En una estrategia para fortalecer la autonomía en salud pública, Colombia se embarca en un proyecto para desarrollar su capacidad en la producción local de vacunas. Según declaraciones de Guillermo Alfonso Jaramillo, Ministro de Salud de Colombia, el país se esfuerza por independizarse de la influencia de tecnologías externas en el sector de la biotecnología.
Durante una cuarta jornada masiva de vacunación en el territorio nacional, que tuvo lugar en la ciudad de Pasto, el ministro enfatizó la importancia de esta iniciativa, que es llevada a cabo en colaboración con el laboratorio VECOL y el Instituto Nacional de Salud. Este movimiento hacia la producción nacional podría significar un cambio importante en cómo el país aborda su seguridad en salud y maneja las potenciales crisis sanitarias a futuro.
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Reducción de dependencia, control de costos y empoderamiento de la industria nacional son algunas de las ventajas que trae consigo la autoproducción de vacunas. El Ministerio de Salud aprovechó la ocasión para desmentir cualquier interpretación antivacunas, afirmando con firmeza la postura pro-vacunación del gobierno, destacando su papel crucial en la salvación de vidas.
Vale la pena mencionar que la campaña también ayudó a muchos ciudadanos a actualizar sus esquemas de vacunación. No obstante, aún se enfrenta al desafío de alcanzar a más de 275.000 niños y niñas con esquemas de vacunación incompletos, y a las aproximadamente 169.000 mujeres embarazadas que se encuentran en una situación similar.
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