La Contraloría de Cundinamarca ha jugado un papel crucial al asegurar la reintegración de 154 mil millones de pesos destinados a la inversión pública. Este logro, alcanzado mediante ciclos minuciosos de auditorías llevadas a cabo en municipios y entidades del departamento, busca fortalecer la implementación de programas y planes de desarrollo.
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Mediante alertas estratégicas, la entidad ha identificado potenciales riesgos de pérdidas financieras asociadas a discrepancias contables, errores en retenciones, estampillas e intereses y reintegros de saldos no ejecutados. Estos hallazgos permiten una acción preventiva que garantiza que los fondos regresen a las administraciones locales y departamentales.
Carlos Augusto Wilches Vega, contralor de Cundinamarca, enfatizó la importancia del marco normativo que ha permitido una mayor rigurosidad en la supervisión fiscal. Según Wilches Vega, los ciclos de auditoría han sido esenciales para evitar que los recursos públicos se conviertan en procesos de responsabilidad fiscal. Como resultado, los contratistas pueden optimizar y emplear eficazmente los recursos disponibles.
El reintegro anticipado de estos recursos ofrece una ventaja significativa para la administración pública. Al reincorporar rápidamente este dinero al presupuesto, se facilita la continuidad de proyectos existentes y se impulsa la creación de nuevos, beneficiando directamente a las comunidades locales.
Contrariamente a este proceso proactivo, la recuperación de fondos en etapas posteriores suele resultar en hallazgos fiscales prolongados. Esto no solo retrasa la aplicación de fondos en proyectos necesarios, sino que también representa una pérdida de oportunidades para mejorar los servicios públicos.
La Contraloría de Cundinamarca también se encuentra desarrollando planes de mejora continua. Estos planes buscan prevenir futuros hallazgos fiscales y establecer prácticas eficientes para el manejo de recursos públicos.
La ejecución efectiva de estos controles y auditorías proporciona un impacto positivo y tangible, asegurando un manejo más responsable y transparente de los recursos públicos en Cundinamarca.
Esta estrategia integral de control fiscal refleja un compromiso con la administración pública responsable, promoviendo prácticas que garantizan la correcta inversión en infraestructura y servicios para la población.
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