Los habitantes de Cota, Cundinamarca, encontraron fauna silvestre en la serranía del Majuy, la cual cumple un papel importante en el ecosistema.
La Serranía del Majuy, en el municipio de Cota, Cundinamarca, se ha convertido en el hogar de dos notables especies de animales silvestres.
Allí se encontraron las especies del zorro perruno (Cerdocyon thous) y la comadreja de cola larga (Mustela Frenata).
Estos emblemáticos habitantes de los bosques que enmarcan las montañas de la "Tierra del Cóndor" desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico de esta región.
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Fauna en Cota, Cundinamarca
El zorro perruno, también llamado "zorro de monte", es un mamífero carnívoro de tamaño mediano que se caracteriza por su pelaje canela y patas negras.
Estos astutos cazadores tienen una dieta diversa que abarca desde pequeños mamíferos hasta aves y frutas.
Su presencia en la zona es un claro indicativo de un ecosistema saludable y en equilibrio. Cabe destacar que su función como reguladores de poblaciones de roedores es esencial para mantener la armonía en la cadena alimentaria.
Por otro lado, la comadreja de cola larga, un mamífero de menor tamaño y gran agilidad, se distingue por su característica cola larga y peluda.
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Presencia fundamental
A pesar de su tamaño, es una cazadora furtiva y voraz que se alimenta principalmente de roedores y otros pequeños mamíferos.
Su presencia es fundamental para regular las poblaciones de estas especies y, por ende, para prevenir desequilibrios en el ecosistema.
Este avistamiento brinda una oportunidad invaluable para recordar a la comunidad que la caza de fauna silvestre está estrictamente prohibida en esta área. Así quedó establecido en la sentencia C-045\2019 y la Ley 84 de 1989.
La conservación de estas especies y sus hábitats es una responsabilidad compartida que recae sobre todos nosotros.
La presencia de estas especies en la Serranía del Majuy es un recordatorio de la importancia de proteger y preservar los ecosistemas naturales que albergan una biodiversidad única.
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de contribuir a la conservación de estos tesoros naturales para las generaciones presentes y futuras.
Nueva especie de salamandra en Bojacá
De otro lado, la Fundación Natura presentó formalmente el descubrimiento de una nueva especie de salamandra en Bojacá, Cundinamarca.
Esta nueva especie pertenece al género Bolitoglossa y ha sido nombrada Bolitoglossa Muisca.
El hallazgo fue posible en virtud de trabajos conjuntos entre las Empresas Públicas de Medellín y la Fundación Natura.
Estas entidades intervinieron en terrenos protegidos dentro del "Distrito de Manejo Integrado Cerro Manjuí - Salto del Tequendama", en un área reforestada por EPM.
La misión de la Fundación Natura y las Empresas Públicas de Medellín es mejorar el estado de los bosques nubosos remanentes de la región del Tequendama en la Cordillera Oriental.
Protección de la bioseguridad
El descubrimiento de esta nueva especie ratifica la necesidad de avanzar en la protección de la bioseguridad y frenar con mayor efectividad la degradación de los ecosistemas de alta montaña.
La directora de la Fundación Natura, Clara Ligia Solano, afirma que "con seguridad estamos perdiendo especies aún no reconocidas".
Este hallazgo enriquece la imagen colombiana como territorio con un importante número de especies animales.
Los medios de comunicación, incluyendo Corrillos.com, han repetido este mensaje en su cobertura de este evento.
Se trata de una nueva especie clasificada dentro del género Bolitoglossa. Fue descubierta mediante avanzada científica en Bojacá, Cundinamarca, en área de reforestada por EPM.
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Toda clase de especies
La especie, presentada formalmente por la Fundación Natura en Bogotá, fue bautizada como Bolitoglossa Muisca.
El hallazgo enriquece la imagen colombiana como territorio con importante número de toda clase de especies animales.
Se trata de una misión encaminada a “mejorar el estado de los bosques nubosos remanentes de la región del Tequendama en la Cordillera Oriental de Colombia”.
Según la directora de la Fundación Natura, Clara Ligia Solano, el descubrimiento ratifica importantes teorías sobre la necesidad de avanzar en la protección de la bioseguridad.
Dice que se debe “frenar con mayor efectividad la degradación de los ecosistemas de alta montaña, pues con seguridad estamos perdiendo especies aún no reconocidas”.
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