En Cundinamarca, una ambiciosa iniciativa está transformando vidas al abordar la salud visual de diversas poblaciones vulnerables. Este programa, enfocado en 33 municipios del departamento, está dirigido a niños, adolescentes, personas con discapacidad de todas las edades y adultos mayores de 60 años, todos ellos pertenecientes a las categorías A y B del Sisbén.
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Diana Correa, coordinadora de la Facultad de Optometría de la Universidad Antonio Nariño, señaló que esta campaña no solo busca detectar problemas visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, sino también proporcionar soluciones concretas que mejoran significativamente la calidad de vida de los beneficiarios. "Les entregamos a los pacientes una solución para mejorar su calidad de vida, recuperar su visión y realizar sus actividades cotidianas", afirmó.
Desde el inicio de las entregas el 4 de julio, ya se ha beneficiado a 2,192 personas en los municipios de Pasca, Tausa, Ubaque, Villeta, Facatativá, Ubalá, Tibirita, Zipacón, Cajicá, Albán, Choachí, Quebradanegra, Cogua, Sopó, Lenguazaque, San Cayetano, Nilo, Cucunubá, Madrid, Fómeque, Gachancipá, Mosquera, Tocancipá, La Vega, Granada, Zipaquirá, Útica, Beltrán, Quetame, Chocontá, Nocaima y Vergara. Se prevé alcanzar un total de 2,300 gafas entregadas al finalizar agosto.
Flor Guerrero, una ama de casa de Facatativá, resaltó el impacto positivo de esta iniciativa: “Ahora con estas gafas haré mis labores sin tropezar porque la visión me mejora”. Este tipo de testimonios reflejan el alcance tangible de la campaña.
Esta cruzada es producto de una robusta alianza entre múltiples entidades. Entre los socios se encuentran la Gobernación de Cundinamarca – Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social, CharityVision International, la Universidad El Bosque, la Universidad Antonio Nariño, la Fundación Universitaria del Área Andina, hospitales de la Red Pública del Departamento y optómetras particulares.
La unión de estas instituciones no solo permite la detección y corrección de defectos visuales, sino que también facilita una intervención integral que abarca la educación y capacitación en cuidado visual. Esta asociación ejemplifica cómo la colaboración interinstitucional puede generar un impacto significativo en la salud pública.
La campaña tiene un enfoque inclusivo, garantizando que las personas de diversas edades y condiciones reciban la atención necesaria. De esta manera, se busca no solo mejorar la visión de los beneficiarios, sino también su bienestar general.
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