Las precipitaciones, acentuadas en el norte de la capital y en la sabana, provocaron el aislamiento de estudiantes, pasajeros y conductores, atrapados en rutas escolares, vehículos particulares y buses de transporte público debido a las inundaciones en arterias viales clave. Jorge Emilio Rey, gobernador de Cundinamarca, expuso recientemente la situación y el balance de las acciones de emergencia, así como las medidas planificadas para aminorar los efectos de esta crisis climática.
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El caos se desató la tarde del miércoles anterior cuando el departamento de Cundinamarca sufrió las consecuencias de las intensas lluvias que resultaron en inundaciones de hasta 80 centímetros. La autopista Norte fue una de las áreas más afectadas, con un impacto significativo en el sector educativo. Cerca de 4.300 estudiantes de 12 colegios encontraron dificultades en sus desplazamientos entre Bogotá y los municipios del norte de la sabana, con la interrupción de numerosas rutas escolares en medio de las aguas.
Mientras las emergencias continuaban este jueves 7 de noviembre, los vehículos aún permanecían inmovilizados en espera de asistencia para ser "rescatados" o para que el nivel del agua descendiera. La situación despertó un aluvión de comentarios en redes sociales, donde los habitantes de la capital expresaron sus preocupaciones y perspectivas sobre el caos climático que enfrentan.
Con la participación activa de las autoridades distritales y de Chía, más de 1.500 personas fueron rescatadas, y se tomaron medidas precautorias, como la suspensión temporal de clases y actividades en instituciones educativas de Cajicá, Sopó y Tocancipá. En más de diez municipios del departamento se registró una serie de eventos adversos, como crecientes súbitas, caída de árboles, inundaciones y granizadas, abarcando tanto áreas rurales como urbanas de localidades como Ubaque, Fómeque, Villapinzón, Guayabetal, Guasca, Gachetá y La Calera. Las autoridades mantienen alta vigilancia, prestando auxilio con el valioso respaldo de equipos de socorro del departamento.
Ante esta creciente preocupación, la Gobernación de Cundinamarca instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) de carácter permanente. Este centro tiene como objetivo coordinar de manera efectiva la respuesta a las emergencias y minimizar el impacto en las comunidades afectadas. Según las proyecciones actuales de la administración, las lluvias podrían persistir en el tiempo, con un 60% de probabilidad de que el fenómeno de La Niña se asiente en el país.
La atención inmediata del puesto de control se centrará en municipios como Tocancipá, Cajicá, La Calera, Ubaque, Fómeque, Villapinzón, Guayabetal, Guasca, Gachetá, Yacopí y Cabrera. Se ha dispuesto de un dispositivo preparado para responder a las inundaciones en áreas urbanas, granizadas y crecidas súbitas en ríos del departamento, especialmente en la región oriental y la cuenca del río Bogotá, que han mostrado un alarmante aumento en sus niveles.
A medida que se aproxima el segundo puente festivo de noviembre, que celebra la Independencia de Cartagena, las carreteras nacionales se preparan para una gran afluencia de tráfico. La Gobernación de Cundinamarca anticipa la movilidad de más de 800.000 conductores que circularán por las vías del departamento hacia destinos como Tolima, Meta, Boyacá, y otros municipios cercanos.
Para asegurar la respuesta efectiva a situaciones imprevistas, se contará con la colaboración de la Unidad de Gestión del Riesgo departamental, los Bomberos de Cundinamarca, la Secretaría de Movilidad y las alcaldías municipales. Además, se ha preparado un plan logístico especial en las terminales de Bogotá para manejar la salida de aproximadamente 206.000 viajeros. Las autoridades prevén que el sábado será el día de mayor movimiento, con la salida de más de 15.000 vehículos de transporte público transportando aproximadamente 64.000 pasajeros.
Con estas intervenciones, la Gobernación de Cundinamarca busca abordar y resolver los problemas que actualmente afectan a cientos de familias de la región, en un contexto que se describe como una de las peores crisis climáticas de los últimos tiempos.
Durante aproximadamente una semana, la región ha experimentado lluvias torrenciales, con condiciones climáticas que varían drásticamente entre el sol de la mañana y las lluvias intensas de la tarde, que aunque breves, han sido sumamente intensas. Se han registrado afectaciones en 12 municipios del departamento, destacándose Cajicá y Tocancipá como los más perjudicados por el colapso del sistema de alcantarillado. Adicionalmente, La Calera y Choachí enfrentaron desprendimientos de montaña que obstruyeron rutas en el área de Mundo Nuevo, mientras que crecientes súbitas afectaron a municipios de la provincia oriental, los cuales limitan con la vía al Llano. Las granizadas en localidades como Villapinzón impactaron negativamente sectores rurales, dañando cultivos esenciales como los de papa.
Pese a la magnitud de las condiciones, el gobernador confirmó que no se han reportado víctimas mortales ni pérdidas materiales críticas que comprometan la integridad de las personas o comunidades. Las principales perturbaciones derivan de limitaciones en la movilidad y algunas inundaciones que afectan comercios, sin grandes daños a bienes materiales o electrodomésticos. Un sistema de atención a emergencias ha sido dispuesto, permitiendo llegar a las áreas rurales más afectadas en menos de 12 horas con maquinaria del Instituto de Infraestructura del departamento para remover escombros y obstrucciones.
El enfoque en la prevención y mitigación ha sido un componente crucial, especialmente para las rutas de entrada y salida tradicionalmente afectadas como La Calera y El Codito. Obras de mitigación en puntos críticos han sido implementadas mediante inversiones directas de la gobernación, incluyendo la construcción de un muro de contención que ha estado operativo durante más de 40 días. Complementariamente, un proyecto de reforestación conjunto con el municipio de La Calera busca plantar 700.000 arbustos para fortalecer el terreno y reducir el riesgo de futuros deslizamientos.
Para el fin de semana festivo, se emiten recomendaciones a los ciudadanos para extremar precauciones al viajar, incluyendo la revisión técnico-mecánica de vehículos, con un enfoque en el estado de frenos y neumáticos, esenciales durante la temporada de lluvias. Mantenerse informado sobre las condiciones climáticas y las vías a través de recursos digitales de la Gobernación de Cundinamarca es igualmente aconsejado para evitar contratiempos.
En cuanto a los embalses, se han reportado incrementos leves, pero aún no se produce una recarga significativa en los reservorios clave. A pesar del abundante agua en áreas públicas por las lluvias, se continúa promoviendo el uso racional del recurso hídrico dado que los embalses siguen en niveles estables.
Para gestionar eficientemente el flujo de tránsito durante el fin de semana, más de 1.500 agentes de la Seccional Tránsito y Transporte de la Policía estarían desplegados, junto con puntos estratégicos de sensibilización y capacitación a lo largo de las vías. El cumplimiento de las señales de tránsito y la precaución en carretera se subrayan como esenciales para asegurar la seguridad de todos los ciudadanos en esta época de lluvias.
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