Las autoridades departamentales de Cundinamarca realizaron una visita técnica a los municipios de Nariño, Jerusalén y Guataquí para abordar los desafíos que enfrentan en el suministro de agua potable debido a los impactos del fenómeno de El Niño. La situación ha llevado a estas poblaciones a buscar soluciones innovadoras para garantizar el acceso al recurso vital.
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Durante la visita, se destacaron los compromisos asumidos por las autoridades municipales para enfrentar la escasez de agua. Entre las medidas a implementar se encuentran:
1. Revisión de fuentes alternas de abastecimiento
2. Implementación de sistemas de riego y reservorios para el sector agropecuario
3. Distribución de tanques de almacenamiento
4. Suministro inmediato de agua potable mediante carrotanques
La Directora de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres, Natalia Gómez, enfatizó la urgencia de la situación y la necesidad de adoptar medidas que permitan garantizar el acceso al agua potable a todos los habitantes. A pesar de la cercanía de estas poblaciones al río Magdalena, los impactos del cambio climático y El Niño han hecho evidente la vulnerabilidad en el suministro de agua.
La visita técnica contó con la participación de altos funcionarios departamentales, incluyendo a Natalia Gómez, Jorge Machuca (Gerente de EPC) y Marcos Barreto (Secretario de Agricultura), quienes trabajaron de la mano con los alcaldes municipales Luz Olarte (Nariño), Elvin Mosquera (Guataquí) e Ingrid Villalba (Jerusalén) para establecer las medidas necesarias.
El enfoque colaborativo entre las diferentes entidades gubernamentales y las autoridades locales demuestra el compromiso de Cundinamarca para abordar los desafíos del cambio climático y garantizar el bienestar de sus habitantes. La implementación de soluciones innovadoras, como el uso de carrotanques para el suministro inmediato de agua potable, refleja la capacidad de adaptación y respuesta ante situaciones adversas.
Además de las medidas a corto plazo, las autoridades también buscan implementar soluciones estructurales a mediano y largo plazo para fortalecer la resiliencia de estas comunidades frente a los impactos del cambio climático. La revisión de fuentes alternas de abastecimiento y la implementación de sistemas de riego y reservorios para el sector agropecuario son pasos importantes en esta dirección.
La situación en Nariño, Jerusalén y Guataquí sirve como un recordatorio de la importancia de la gestión sostenible de los recursos hídricos y la necesidad de adoptar medidas proactivas para enfrentar los desafíos climáticos. Cundinamarca demuestra su liderazgo al abordar estos desafíos de manera integral y colaborativa, sentando un ejemplo para otras regiones del país.
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