La posibilidad de que la asociatividad se constituya en herramienta para impulsar el desarrollo comenzó a ser evaluada a orillas del Magdalena, occidente de Cundinamarca.
El tema entró a ser evaluado como fórmula para atacar problemas sensibles en la zona, inconvenientes relacionados con lo social y el desarrollo económico de región.
La Gobernación de Cundinamarca puso el tema sobre la mesa, a propósito de un encuentro en Guaduas, cita a la cual acudieron alcaldes, líderes comunales y agremiaciones.
Para los gestores de la inicitiva, una buena alternativa sería buscar la integración entre los municipios del área e, incluso, de los departamentos vecinos: Tolima y Caldas.
Desde Cundinamarca y en principio, del grupo podrían hacer parte Guaduas, Puerto Salgar y Caparrapí.
Argumentos de integración
La propuesta, impulsada por la Secretaría de Integración Regional de Cundinamarca, dice que la fórmula puede ser “clave” para superar diferentes inconvenientes. Hace referencia a los servicios públicos, movilidad intermunicipal, conectividad en tecnologías de la información y a aspectos relacionados con la seguridad y la convivencia.
Además, mira con optimismo la posibilidad de sentar bases firmes desde donde pueda atacarse la inseguridad, el microtráfico y otros frentes que vienen acosando la sociedad.
El análisis igualmente colocó en el centro del debate la protección de la Reserva Forestal de Chipautá, jurisdicción de Guaduas. La formación natural es clave en la generación de agua para muy buena parte de los municipios del occidente del departamento.
Más encuentros de integración.
La Gobernación de Cundinamarca tiene planeado adelantar sesiones de las mismas características en las 15 provincias que conforman la entidad territorial.
El propósito es, primero, identificar problemas comunes para entrar a la búsqueda de salidas. Los gestores de la propuesta se muestran optimistas en que los procesos comiencen a dejar soluciones a los inconvenientes de la población.
