Un bebé murió en Susa, Cundinamarca, luego de estar esperando una ambulancia por más de 52 minutos. Parece ser que el retraso se debió a un accidente sufrido por el vehículo de auxilio.
Esta situación tuvo lugar en Susa el 17 de enero de 2024, cuando la vida de una bebé de un año quedó pendiendo de un hilo tras un accidente de tránsito.
Los hechos, sin embargo, tomaron un rumbo aún más triste cuando la demora en la llegada de la ambulancia y las condiciones precarias del vehículo se sumaron a la tragedia.
Esto causó que la pequeña Tamara Gómez Bustos terminara perdiendo la vida al llegar al Hospital Regional de Chiquinquirá.
El drama comenzó cuando el Centro de Salud de Susa, Cundinamarca, solicitó con urgencia una ambulancia al Hospital El Salvador de Ubaté, ubicado a 33 kilómetros de distancia.
Murió bebé esperando ambulancia en Susa, Cundinamarca
El recorrido entre ambos puntos geográficos se volvió crucial, ya que cada minuto de espera se traducía en una disminución significativa de las posibilidades de supervivencia para la pequeña Tamara.
Según el personero Juan Manuel Garay, quien denunció en las redes sociales, la ambulancia del Hospital de Ubaté tardó 52 minutos en llegar al lugar del accidente en Susa.
La espera para recibir atención médica se vio alterada luego que la ambulancia, al llegar al Hospital Regional de Chiquinquirá, presentó una falla mecánica que la dejó inmovilizada largo rato.
La bebé, con un trauma craneoencefálico y politraumatismo, no pudo resistir el viaje interrumpido y perdió la vida en el hospital al que finalmente llegó.
Ante la gravedad de la situación y la presión de la opinión pública, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, tomó medidas inmediatas.
El 18 de enero de 2024, anunció que había instruido una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos que llevaron a la muerte de la pequeña Tamara Gómez Bustos.
Expresó sus condolencias a los padres y familiares, destacando su "compromiso inquebrantable con la protección y seguridad de la infancia en el departamento".
La respuesta del Hospital El Salvador de Ubaté, al cual está adscrito el Centro de Salud de Susa, llegó en forma de un comunicado sin firma.
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Hicieron hincapié en que el Centro de Salud de Susa, aunque adscrito a la institución, no ofrece servicios de urgencias.
Sin embargo, ante la gravedad del accidente, el centro de salud gestionó el traslado de la menor al Hospital Regional de Chiquinquirá.
Según el hospital, a las 6:19 p.m. del 17 de enero, se informó sobre el accidente en el domicilio de la menor, que resultó en un trauma craneoencefálico grave.
En respuesta, se activó el servicio de ambulancia médica con personal calificado, que se dirigió al Centro de Salud de Susa en 31 minutos.
Allí, se intentó realizar una reanimación básica y otros procedimientos para estabilizar a la pequeña Tamara.
Hospital de Ubaté iniciará una investigación exhaustiva
El Hospital El Salvador de Ubaté anunció que iniciaría "una investigación exhaustiva de las causas por las cuales nuestra ambulancia presenta dicha falla mecánica".
Además, aseguraron que el problema con la ambulancia no guardaba relación con la causa del fallecimiento de la menor.
La comunidad y la opinión pública, observan con atención el desarrollo de la investigación y las acciones que se tomarán para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.
Cabe recordar que recientemente la gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Salud del departamento, entregó cuatro ambulancias equipadas en una acción humanitaria.
Estos vehículos fueron entregados a los alcaldes de Nariño, Cachipay, Vergara y Chipaque, así como a los gerentes de las Empresas Sociales del Estado (ESE) o sus representantes.
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Con un esfuerzo notable y un sacrificio evidente, el secretario de Salud, Luis Efraín Fernández, destacó la culminación exitosa de este proyecto.
El enfoque principal fue atender las necesidades de municipios que se encontraban en una situación crítica, con una flota vehicular obsoleta que requería atención inmediata.
La entrega de estas ambulancias se realizó con el propósito de brindar equidad y representar el mejor regalo de año nuevo para las respectivas comunidades. De esta forma se marca un cierre de gestión ejemplar para los alcaldes salientes.
Cada una de las ambulancias fue provista con una dotación completa. Dentro de esto se incluye la camilla Spencer S-Max, bala y regulador portátil, flujómetro, glucómetro, sondas, desfibrilador manual.
