En un embajador de excelencia deportiva, el departamento de Cundinamarca ha establecido un notable precedente en los primeros Juegos Nacionales de la Juventud. Con un total de 133 medallas cosechadas, la delegación cundinamarquesa se destacó en el panorama nacional, alcanzando la quinta posición en los deportes paralímpicos con 49 preseas y la sexta en el ámbito olímpico con 84 medallas.
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La participación de Cundinamarca fue un reflejo del compromiso conjunto de los deportistas, sus entrenadores, y las estructuras de apoyo del departamento. Según Freddy Espinosa, subgerente técnico de Indeportes, "Este logro es el resultado de un esfuerzo concertado que involucra a la Gobernación de Cundinamarca, las ligas deportivas, y el trabajo local en los municipios, lo que permitió a nuestros jóvenes atletas competir en óptimas condiciones".
La cosecha de medallas de los cundinamarqueses incluyó una destacada actuación en 24 disciplinas del sistema convencional, sumando 16 medallas de oro, 21 de plata, y 47 de bronce. Los deportes en los que los atletas brillaron abarcan desde el atletismo y la arquería, hasta disciplinas más técnicas como el esquí náutico y el tiro deportivo. Un elenco diverso que destaca la capacidad atlética del departamento.
Entre los deportistas de alto rendimiento, figuras como Dylan Carrasco se coronaron con medallas doradas en 10 km ruta y 3000 metros planos en atletismo. En bádminton, María José Betancourt brilló con un oro en individual femenina, mientras que Paula Ladino Alvarado conquistó el oro en ciclismo de montaña en la modalidad de cross country. Estos atletas son solo algunos ejemplos del talento presente en la delegación cundinamarquesa.
La representación cundinamarquesa en deportes no convencionales también fue significativa, logrando 20 medallas de oro, 18 platas, y 11 bronces en disciplinas como judo visual, para-tenis de mesa, y para-cycling. Este sólido desempeño consolidó su posición en el medallero, revelando el potencial y la dedicación de los atletas con discapacidades para sobresalir en un escenario altamente competitivo.
El éxito en los para-deportes fue igualmente impresionante. En para-tenis de mesa, Samuel Alexander Sánchez y Andrés Camilo Bello Jara alcanzaron podios, contribuyendo al oro en equipos. En para-natación, los logros fueron liderados por Jimmy Barbosa y Juan David Arévalo, quienes acumularon varios oros en sus respectivas categorías. Estos logros muestran la fortaleza y resiliencia de los atletas cundinamarqueses.
La diversidad de deportes y la amplitud de disciplinas donde los atletas de Cundinamarca destacaron muestran un panorama multifacético de habilidades y talentos. Las medallas provienen de deportes individuales y en equipo, tanto convencionales como adaptados, en una afición que trasciende lo físico y celebra el espíritu deportivo. Dentro de esta competencia, las experiencias vividas y las lecciones aprendidas por los jóvenes atletas son invaluables y auguran un prometedor futuro deportivo para el departamento.
La participación en estos Juegos Nacionales de la Juventud es más que una simple acumulación de medallas; es el reflejo del poder de la comunidad y el resultado de un esfuerzo colectivo por impulsar el deporte desde las bases. En este sentido, el evento deja una impronta imborrable no solo en los atletas, sino en el tejido social de Cundinamarca al promover valores de superación, perseverancia, y determinación.
Con vistas al futuro, la experiencia acumulada en estos Juegos Nacionales prepara el terreno para un mayor desarrollo y éxito en competiciones venideras. Los atletas de Cundinamarca han demostrado no solo su capacidad de alcanzar la cima, sino también cómo el trabajo en equipo y el apoyo institucional pueden ser catalizadores de grandes logros. La perspectiva compartida por los participantes es clara: con dedicación y esfuerzo, no hay límites para lo que se puede alcanzar.
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