Un habitante del municipio de Chía, Cundinamarca, entregó voluntariamente nueve aves silvestres que tenía como mascotas en su finca, en una clara muestra de conciencia ambiental.
Entre estas aves se encontraban dos guacamayejas (Ara severus), tres guacamayas azules amarillas (Ara ararauna), tres loras reales (Amazona amazónica) y una lora cabeciamarilla (Amazona ochrocephala).
La entrega del ciudadano fue motivada por el reconocimiento del daño que implica tener estos animales como seres de compañía y el impacto negativo que genera en el medio ambiente.
Con este gesto voluntario, esta persona buscó brindarles a los animales una segunda oportunidad de vida en un entorno más adecuado para su bienestar y conservación.
Tras su entrega, las aves fueron recibidas por funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Entrega aves en Chía, Cundinamarca
En la CAR evidenciaron que presentaban bajo peso corporal y afectaciones en su plumaje debido a las condiciones en las que habían sido mantenidas las aves.
Luego, las aves fueron trasladadas a la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) de la Universidad Nacional con el fin de garantizar su recuperación y bienestar.
Allí, los veterinarios de la Unidad les realizarán exámenes y evaluaciones especiales para determinar el estado de su salud.
El director de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR, Bryan Martínez, explicó que los resultados de las valoraciones iniciales serán fundamentales para determinar el siguiente paso en el proceso de rehabilitación de las aves.
Dependiendo de las condiciones de salud de cada ejemplar, se evaluará si continúan en URRAS o son trasladadas al Centro de Atención y Valoración (CAV) de Fauna de la CAR para iniciar su proceso de rehabilitación.
Apreciadas por su belleza
Las guacamayas y loros son especies muy apreciadas por su belleza y colores llamativos, lo que los convierte en blanco de tráfico ilegal.
Expertos de la CAR señalan que las guacamayas son una de las especies más traficadas debido a su atractivo estético, con su llamativo plumaje
Por su parte, los loros suelen ser afectados por desconocimiento y la creencia errónea de que pueden ser utilizados como mascotas y divertir a los humanos con su capacidad de imitar sonidos.
Ante esta situación, la CAR señaló que la responsabilidad y la colaboración de la comunidad son esenciales para preservar la biodiversidad.
La CAR hace un llamado a la ciudadanía para que, si poseen animales silvestres como mascotas, los entreguen voluntariamente para brindarles una oportunidad de vida regresando a su entorno natural.
Liberación en su hábitat
La liberación de estas aves en su hábitat natural no solo les permitirá vivir en libertad, sino que también evitará sanciones para quienes las mantengan ilegalmente.
Las cifras de la entidad revelan que los psitácidos, familia de aves a la que pertenecen los loros, pericos, guacamayas y cotorras, encabezan las cifras de incautación y rescate de fauna silvestre.
En el territorio se han recuperado más de mil ejemplares que luego han sido remitidos al CAV de Fauna de la CAR.
Sin embargo, muchas de estas aves presentan mutilaciones en sus alas, pérdida considerable de plumaje y problemas nutricionales debido a dietas inadecuadas.
Esta situación, prolonga el proceso de rehabilitación del ave, y además, dificulta su regreso a la libertad.
385 entregas voluntarias
Durante el primer semestre del año 2023, la CAR recibió un total de 662 animales, de los cuales 385 fueron entregas voluntarias, 221 rescates y 56 incautaciones.
Del total de animales, recuperados, 278 corresponden a aves, en su mayoría psitácidos.
El tráfico de animales silvestres es una problemática que afecta a nivel mundial, y Colombia no es ajena a esta situación.
El comercio ilegal de fauna silvestre es una de las principales amenazas para la supervivencia de muchas especies y constituye una violación grave a la legislación ambiental colombiana.
Además, el cautiverio y la tenencia de animales silvestres como mascotas conllevan graves consecuencias tanto para los animales como para el medio ambiente.
El tráfico ilegal de animales silvestres es un negocio lucrativo y clandestino que mueve miles de millones de dólares a nivel global.
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Sacados de su hábitat natural
Se estima que millones de animales son sacados de su hábitat natural cada año para ser vendidos como mascotas, alimentos exóticos, productos derivados y objetos de decoración.
Esta actividad representa una grave amenaza para la conservación de la biodiversidad y tiene un impacto negativo en los ecosistemas y las poblaciones de fauna silvestre.
La tenencia de fauna silvestre es un delito ambiental y penal, y la CAR recuerda a la población que el tráfico de estas especies debe ser denunciado a la línea 123 de la Policía Nacional.
También se puede comunicar directamente a la entidad a través del teléfono 601 580 11 11, la aplicación ApliCAR, el correo sau@car.gov.co o de manera anónima en la página www.car.gov.co.
