Exigían gruesas sumas de dinero a comerciantes y empresarios en Guaduas, Chaguaní, Cundinamarca, y Honda, Tolima.
En total fueron detenidos 5 personas, entre ellas una mujer, a quienes el Gaula de la Policía Nacional persiguió por meses luego de recibir denuncias sobre las actividades ilegales.
Seguían instrucciones de alias “Cofla”, el peligroso antisocial recluido en la Cárcel de Picaleña de Ibagué hacia donde fue remitido desde el centro penitenciario Palogordo de Girón, Santander.
Según las investigaciones, los capturados exigían gruesas sumas de dinero a cambio de no destruir los negocios o atentar contra la vida de las víctimas y sus familiares. Varios de esos hechos fueron registrados mediante trabajos adelantados por los efectivos antiextorsión y secuestro de la Policía Nacional.
Disparos y bombas
Las acciones de amedrentamiento incluían varios procedimientos contra sus objetivos. Primero, los abordaban con menajes severos pero, en la medida que las víctimas se resistían, comenzaban a subir el tono.
En principio, uno de los integrantes de la banda abordaba al objetivo a quien le entregada un escrito con instrucciones para que “sí o sí”, se pusiera en contacto con alias “Cofla”. Si no lo hacía, las amenazas pasaban al siguiente nivel: mensajes más fuertes y la exigencia, “sin rebajas”, de hasta $10 millones, suma que era definida caprichosamente por los mismos criminales.
Luego, si el extorsionado seguí haciendo caso omiso al chantaje, venían los disparos contra los negocios o residencias. El siguiente paso eran las bombas; de bajo poder pero, de todas formas, artefactos explosivos.
El trabajo contra los extorsionistas
Las tareas contra la banda fueron adelantadas dentro del “Plan Choque Seguridad 360”, una estrategia puesta en marcha por la Policía Cundinamarca. Con cada uno de ellos dieron los agentes del Gaula mediante misión especializadas y el uso de sofisticada tecnología.
Después de recibir las respectivas denuncias, los agentes se dieron a la tarea de individualizar a cada uno de los implicados en el caso. Con una lista larga de sospechosos, los detectives fueron depurando los procedimientos hasta dejar a quienes realmente se hallaban comprometidos.
Interceptaciones telefónicas, imágenes fotográficas y de video, todas ellas “muy comprometedoras”, permitieron identificar a los ya indiciados. Ese mismo material sirvió como pruebas ante la justicia colombiana; validaron las acusaciones por concierto para delinquir y la fabricación, porte y tenencia de armas de fuego.
La Policía pudo comprobar que los detenidos eran responsables de realizar disparos y lanzar artefactos explosivos improvisados en varios establecimientos comerciales ubicados en Guaduas, el corregimiento de Puerto Bogotá, al igual que en Chaguaní (Cundinamarca) y Honda (Tolima).
El trabajo policial dejó en evidencia el compromiso de los acusados en cada una de las extorsiones cuyas investigaciones fueron concluyentes. Así, en total, cinco personas fueron detenidas por orden judicial, una en Puerto Bogotá, tres en Honda y una en Ibagué.
Los procedimientos delictivos
El modus operandi de este grupo de extorsionistas implicaba la recopilación de información vital para perfilar a sus víctimas; ello les permitía determinar la cantidad de dinero que exigirían en sus extorsiones. Posteriormente, alias "Cofla", presuntamente, realizaba video y llamadas extorsivas a las víctimas desde el Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta y Media Seguridad de Ibagué Picaleña.
Si las víctimas no accedían a sus demandas económicas, que alcanzaban la suma de $10 millones, se ordenaban ataques armados y lanzamiento de artefactos explosivos improvisados contra los establecimientos comerciales.
El Jefe de la bandola es el mismo quien, en marzo pasado, amenazó y publicó un video viral en redes sociales desde la cárcel de máxima seguridad Palogordo en Girón, Santander. Solicitaba su traslado a otra prisión. Ante la falta de respuesta, declaró un "plan pistola" en todo el país. Finalmente lo remitieron a Ibagué.
Hoy, nuevamente se volvió a tener noticia del peligroso hampón. Numerosas denuncia de las víctimas a través de la línea telefónica 165 y el trabajo conjunto del Gaula, descubrieron otras incursión delictiva.
Las diligencias de registro y allanamiento permitieron la captura por orden judicial de los involucrados, y la incautación de varios elementos incluyendo un revólver calibre 38, cinco cartuchos, 47 gramos de sustancia vegetal y un teléfono celular.
Unidades del Gaula de la Policía Nacional reunieron pruebas sólidas validando las órdenes de captura por parte de un juez. Las detenciones fueron materializadas en los municipios de Puerto Bogotá y Honda, Tolima. Los cuatro hombres capturados fueron remitidos a establecimientos carcelarios, mientras que la mujer cumplirá su medida en casa.