Un reciente proyecto de colaboración entre la administración local y la gobernación departamental de Cundinmarca está redefiniendo las prácticas agrícolas tradicionales, enfocándose en dos cultivos clave: maíz y ahuyama.
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La iniciativa, enmarcada en el ambicioso programa 'Mi finca más productiva', ha destinado una inversión de $110 millones para potenciar la productividad de 174 agricultores locales. Este esfuerzo conjunto busca no solo aumentar la producción, sino también mejorar la calidad de vida de las familias campesinas de la región.
El secretario del Agrocampesinado, Marcos Barreto, explicó que el convenio interadministrativo SADR-CDCVI-162-2024 ha facilitado la distribución de insumos vitales para el sector agrícola:
- Semillas de alta calidad
- Abonos especializados
- Otros insumos esenciales para el cultivo
Esta acción forma parte de un plan más amplio que aspira a beneficiar a 20,000 unidades productivas en todo Cundinamarca, posicionando a Jerusalén como un modelo de desarrollo agrícola sostenible.
La inversión se desglosa de la siguiente manera:
- Aporte de la Gobernación de Cundinamarca: $100 millones
- Contribución del municipio de Jerusalén: $10 millones
Este reparto de fondos demuestra un compromiso compartido entre las autoridades departamentales y municipales para impulsar el sector agropecuario local.
El proyecto no solo se enfoca en la entrega de insumos, sino que también promueve la adopción de prácticas agrícolas modernas y sostenibles. Los agricultores beneficiados recibirán capacitación en técnicas de cultivo eficientes y manejo responsable de recursos.
La selección equitativa de beneficiarios, con 87 productores de maíz y 87 de ahuyama, refleja un enfoque equilibrado que busca diversificar la producción agrícola local y reducir la dependencia de un solo cultivo.