En un esfuerzo por mitigar los efectos adversos del Cambio Climático y la deforestación, la Secretaría del Ambiente de Cundinamarca se ha propuesto la meta de sembrar más de un millón de árboles. Este objetivo será alcanzado mediante la producción coordinada de material forestal en viveros estratégicamente ubicados en todo el departamento.
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El corazón del proyecto es el Megavivero Central, situado en el Centro de Investigaciones CI-Tibaitatá de AGROSAVIA, en el municipio de Mosquera. Este vivero es esencial para la germinación de especies forestales tanto de clima cálido como frío, proporcionando material a los diversos municipios de la región.
La estrategia incluye la distribución de la producción en seis viveros regionales:
- Villapinzón
- Sutatausa
- Sibaté
- San Antonio del Tequendama
- La Peña
- Fusagasugá
Cada uno de estos viveros tiene la capacidad para producir entre 10,000 y 15,000 plántulas, contribuyendo significativamente a la meta global.
Asimismo, la iniciativa se ampliará con la participación de dos viveros satélites en Caparrapí y Nocaima, así como 14 viveros locales situados en:
- Chaguaní
- Fómeque
- Gachalá
- Granada
- La Mesa
- Machetá
- Manta
- Nilo
- San Bernardo
- Sesquilé
- Silvania
- Tibirita
- Venecia
- Zipaquirá
El éxito de este ambicioso proyecto se sustenta en la colaboración de AGROSAVIA, que aportará asesoría y asistencia técnica, y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), que actuará como socio estratégico. Esta cooperación incluye la adecuación de invernaderos y el suministro de insumos esenciales para su correcto funcionamiento.
Con estas acciones, Cundinamarca busca no solo cumplir con los objetivos de reforestación, sino también fortalecer la infraestructura ecológica de la región, asegurando un impacto duradero y positivo en el medio ambiente.
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