En una medida que busca revitalizar la caficultura en Cundinamarca, se ha firmado un memorando de entendimiento que destina $375 millones a la renovación de plantaciones de café en varios municipios clave: Topaipí, El Peñón, Caparrapí, Tibirita y La Peña.
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Esta inversión, destacada por el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Marcos Alberto Barreto, es fundamental para asegurar la sostenibilidad y rentabilidad de las fincas cafeteras. Con este apoyo, más de 250 familias que dependen del cultivo de café verán mejoradas sus condiciones de producción y, por ende, su calidad de vida.
El programa incluye una serie de acciones concretas:
- Suministro de insumos esenciales: Fertilizantes, colinos de café y acondicionadores de suelo.
- Acompañamiento técnico: Asistencia especializada para la renovación de cafetales envejecidos.
- Renovación de hectáreas: Se proyecta la revitalización de más de 159 hectáreas de cultivos de café.
Estos compromisos buscan no solo mejorar la cantidad sino también la calidad del café producido en la región. Los insumos y el acompañamiento técnico serán distribuidos y supervisados por las autoridades locales, asegurando que el proceso se lleve a cabo de manera eficiente.
Esta alianza forma parte del Plan de Desarrollo ‘Gobernando: más que un Plan’, que tiene como uno de sus pilares fundamentales el fortalecimiento del sector agropecuario de Cundinamarca. Dentro de este marco, la estrategia "Mi finca más productiva" pretende maximizar la productividad y sostenibilidad de las fincas cafeteras.
Además, esta iniciativa refuerza la tradición cafetera del departamento y sienta las bases para un futuro más próspero para los pequeños productores de la región. Mediante este esfuerzo conjunto, se espera que Cundinamarca continúe posicionándose como una de las regiones más importantes en la producción de café a nivel nacional.
El próximo paso será implementar las acciones planificadas y monitorear de cerca su impacto en las comunidades beneficiadas. Esta inversión no solo es una apuesta por el presente, sino también una inversión en el futuro de la caficultura en Cundinamarca.
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