El departamento de Cundinamarca se encuentra en el centro de una innovadora transformación hacia la sostenibilidad hídrica, gracias a la implementación del programa Agua a la Vereda 3.0. Con una inversión de $40.000 millones, el proyecto busca conectar 400 acueductos rurales, abarcando 100 municipios y alcanzando un impacto significativo en el sector hídrico rural.
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Durante un evento destacado en el pabellón 4 de Corferias, la Gobernación de Cundinamarca anunció la firma de convenios que representan un avance crucial en la gestión del agua en áreas rurales. Esta iniciativa, que se lanzó en su tercera versión, tiene como objetivo principal garantizar el acceso a agua potable y de calidad para las comunidades campesinas, una acción clave hacia la meta de robustecer a 800 prestadores de servicios durante el presente cuatrienio.
Haciendo eco de la importancia del agua como motor de desarrollo, el gobernador Jorge Rey enfatizó en cómo este recurso es esencial para dignificar la vida rural y estimular la economía local. Según Rey, "la pobreza se reduce porque tenemos el elemento que nos permite dignificar la vida en el territorio campesino”. Además, destacó que Cundinamarca lidera en cobertura y calidad de agua en el ámbito rural, con un aumento del 1.3 al 1.5% en la cobertura del recurso.
El programa Agua a la Vereda se ha consolidado como un referente a nivel nacional, integrando varias estrategias para mejorar la gestión del agua en el campo. Entre sus principales componentes están los mejoramientos técnicos en los acueductos, formación en aspectos claves como la administración y operación, y el fomento de una cultura ambiental sostenible. Hasta la fecha, 25.870 personas han participado en talleres diseñados para promover el uso racional del agua y la cultura de pago.
El compromiso financiero de $40.000 millones para los años 2024-2025 subraya la determinación del gobierno departamental por avanzar en conectividad hídrica y sostenibilidad. El gobernador Rey destacó la necesidad de optimizar el uso del agua en respuesta a los desafíos impuestos por el cambio climático, asegurando que esta inversión mejorará las condiciones de numerosos acueductos rurales.
Este programa no solo se limita a mejorar la infraestructura hídrica, sino que también tiene un efecto transformador en las políticas públicas, promoviendo la equidad social y territorial. La firma de los convenios contó con la participación de autoridades locales y líderes comunitarios, reflejando un fuerte respaldo colectivo.
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