En una situación que ha dejado perpleja a la comunidad de La Calera, Cundinamarca, una pareja de bailarines se encontró en el centro de un esquema de extorsión perpetrado por un grupo criminal que, según las víctimas, se hizo pasar por miembros de las disidencias de las Farc. Esta inquietante experiencia ha puesto de relieve las tácticas cada vez más audaces empleadas por los delincuentes para intimidar y extorsionar a ciudadanos comunes.
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Paula Roa, bailarina y una de las afectadas, compartió con el medio Citytv cómo los eventos se desarrollaron en el sector rural conocido como Jerusalén. Todo comenzó cuando ella y su pareja fueron contactados por alguien que se identificó como empresario, quien les ofreció realizar un espectáculo de salsa en una hacienda cercana. La invitación, que parecía una oportunidad lucrativa, rápidamente se transformó en una pesadilla.

El miércoles 22 de enero de 2025, la pareja llegó a la ubicación prevista, momento en el cual comenzaron a recibir llamadas del presunto contratante. Según Roa, el contacto afirmaba estar cercano y les proporcionaría más detalles sobre el lugar exacto de la presentación. Sin embargo, poco después, una llamada de un número casi idéntico al del supuesto empresario los puso en alerta.
La nueva comunicación, que en un principio parecía inofensiva, pronto reveló su verdadero propósito. Los interlocutores afirmaron ser parte de las disidencias de las Farc, generando temor en las víctimas. "Nos decían que era para confirmar que no hiciéramos parte de entes políticos, que no fuésemos a hacer inteligencia", explicó Roa. Además, exigieron un pago de 1.400.000 pesos para garantizar su seguridad.
Este incidente es parte de un patrón más amplio de criminalidad que las autoridades están investigando. Actualmente, las fuerzas del orden han intensificado sus esfuerzos para disuadir esta clase de crímenes y han instado a la población a denunciar cualquier actividad que ponga en riesgo su seguridad y tranquilidad personal.
Mientras tanto, en otro hecho de extorsión, las fuerzas del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) de la Policía Nacional realizaron la captura de un individuo en Magangué, Bolívar. El sujeto, conocido como alias El Deivy, fue arrestado mientras recibía dos millones de pesos de una joven, quien, sorprendentemente, resultó ser su hermana. Ella había sido amenazada junto con su familia en conflictos internos que datan de disputas entre parientes.
La captura de alias El Deivy reveló un historial criminal alarmante. Las autoridades constataron que el detenido tenía antecedentes que incluían la utilización de menores para realizar homicidios, tráfico de drogas, evasión de prisión, y porte ilegal de armas. Este arresto resalta cómo los problemas familiares pueden escalar hasta convertirse en amenazas criminales significativas.
Posteriormente, alias El Deivy fue entregado a la Fiscalía General de la Nación. Durante la audiencia judicial, un juez dictó una medida de aseguramiento, enviándolo a prisión preventiva mientras continúan las investigaciones. Esta medida busca no solo castigar al responsable, sino prevenir futuros incidentes en la comunidad.
Las autoridades reiteran su compromiso con la lucha contra el crimen y las extorsiones que afectan a las comunidades más vulnerables. La Fiscalía sigue adelante con las investigaciones para esclarecer la posible implicación de alias El Deivy en otros delitos locales, mientras se mantiene su situación de detención.
Estos sucesos subrayan la imperiosidad de mantener un control estricto sobre las actividades delictivas y asegurar que las comunidades estén protegidas del impacto nocivo de las extorsiones y la violencia interna. La detección y eliminación de estos peligros son esenciales para mantener la paz y la justicia en estas áreas.
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