Manifestaciones de esta mañana (lunes 30 de enero) causaron serios problemas en el tránsito sobre la Autopsita Sur. Reclaman medidas contra la inseguridad; piden eliminar el transporte informal y ajustar las restricciones a ese servicio en la capital colombiana.
Desde temprano, hileras de vehículos recorrieron las principales avenidas de Bogotá para tomar la Autopista Sur. Su propósito era llamar la atención de la alcaldesa capitalina, Claudia López, y el Ministerio de Transporte, sobre sus peticiones.
Punto que les mortifica en gran medida tiene que ver con el servicio informal. Dicen que ese sistema se constituye en una competencia “desleal” cuyos efectos les son “perjudiciales” en grado importante debilitando las empresas formales.
Entre tanto, esta mañana, se supo sobre las condiciones graves en las cuales se encuentra un taxista atacado por grupos de asaltantes. Le propinaron delicadas heridas con machete, lesiones que lo mantienen el borde de la muerte en centro asistencial de la zona.
Complejo escenario generado por la inseguridad
Las difíciles condiciones de inseguridad que enfrenta no solo el transporte sino la población en general, mantienen tensión en ese par de ciudades. En sus fronteras se registran los mayores casos de atracos, robos, asaltos y ataques criminales acorralando a la población.
El más reciente suceso se presentó en límites de Bogotá y Soacha. Una buseta que cubría la ruta entre esas dos ciudades fue tomada por asaltantes quienes, sin mayores inconvenientes, atracaron el pasajero más cercano a la puerta del vehículo.
Con arma “cortopunzante” la obligaron a que les entregara el celular. Luego, con toda tranquilidad, escaparon del lugar. Fue tan aterradora la escena que nadie se atrevió a reaccionar ante la agresividad de los ladrones.
Frecuentes atracos
Usuarios de la zona insisten en que esa clase de escenas son “muy frecuentes”. A diario se observan múltiples atracos de esas características sin que alguien pueda hacer mayor cosa por detenerlos.
La Policía dispone de operativos de especial proporción, pero estos resultan insuficientes para el elevado número de sucesos al margen de la Ley.
Casos de este tipo no se limitan solo al transporte urbano. Por esos mismos lados, hace dos semanas, un bus de pasajeros que cubría ruta Bogotá – Fusagasugá, fue asaltando por una bandola que suele atacar en esa zona.
Subieron al bus de transporte intermunicipal sobre la Autopista Sur entrando la noche la noche de ese martes 17 de enero. Esperaron; minutos después, hacia las 8 y 30, cuando el bus se encontraba cerca al Muña, encañonaron al conductor y lo hicieron desviar hacia Mondoñedo.
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Obligaron a los pasajeros a entregarles dinero y elementos de valor para luego escapar. Lo más grave es que en el bus iban varios menores de edad.
Se supo que la Policía emprendió las investigaciones del caso y que hace seguimiento a varias bandas que suelen atacar en ese sector.
Los atracos a buses en el vecindario a Bogotá parecieran ir en aumento. Otros casos han sido reportados en rutas hacia Facatativá y Zipaquirá.
Reacción ciudadana
Ante los nuevos casos de atraco masivo los mensajes en las redes sociales fueron en aumento. Todos ellos reclaman acciones más efectivas contra el hampa. Buena parte de ellos reconocen el trabajo de la Policía. Dicen que capturan los delincuentes pero que éstos quedan en libertad una vez enfrentan la justicia ordinaria.
La Polémica se presenta en momentos que el Gobierno del presidente Gustavo Petro alista una reforma a la Justicia. El borrador del documento, aún sin socializar, insiste en permitir que algunos delincuentes puedan salir de prisión en un proceso que referencian como de “resocialización”.
Según el ministro de justicia, Néstor Osuna, los condenados seleccionados podrían salir a trabajar en algunas empresas y regresar en horas de la noche a prisión.
Experiencias similares, en las cuales se utilizó el “brazalete” y la cárcel domiciliaria, no deja buena lección según analistas nacionales. De acuerdo a las cifras, muy buena parte de los condenados, o de personas en proceso de judicialización pero con el disfrute de “casa por cárcel”, vuelven a delinquir.
Observaciones a las políticas criminales del presidente Petro
Al presidente Petro le han insinuado la construcción de penales con centros de rehabilitación, es decir, con talleres en donde los penados puedan aprender oficios que les permita ganarse la vida una vez cumplan sus condenas.
En respuesta, el mandatario, o sus voceros, dicen que no hay recursos para sumir procedimientos de esas características. Sin embargo, muestran anuncios sobre billonarias inversiones anunciadas para el metro de Bogotá. O los dineros que la corrupción ($60 billones anuales según algunos estudios) que podrían ser utilizados en este frente de importante alcance social.