La delegación deportiva de Cundinamarca se declaró lista para la realización de los juegos Nacionales y Paranacionales 2023.
Bajo el inspirador lema "Me la Juego por El Dorado", un contingente de más de 690 atletas se prepara para participar en el evento deportivo más trascendental del país. Van con la esperanza de superar el séptimo puesto obtenido en la edición de 2019.
Este desafío deportivo ha sido respaldado por una inversión considerable, que supera los $16.000 millones, destinados a equipar y preparar a más de 690 deportistas de Cundinamarca.
La importancia del deporte en Cundinamarca ha sido enfatizada por la gerente de Indeportes, Liliana Ramírez, quien subrayó que "el deporte es estratégico para Cundinamarca".
Igualmente expresó su apoyo y compromiso con la delegación de deportistas, quienes participarán en el evento más relevante del país.
En este, departamentos como Caldas, Risaralda, Quindío, Valle y Cundinamarca se enfrentarán en una competencia feroz.
Como símbolo de identidad, la bandera cundinamarquesa fue entregada a todos los deportistas.
Cundinamarca lista para juegos nacionales y paranacionales
El exministro del Deporte, Ernesto Lucena, resaltó la importancia de la actividad física en la construcción de valores en una sociedad que lo necesita.
También elogió el esfuerzo y dedicación de los deportistas cundinamarqueses que se esfuerzan constantemente por alcanzar y mantenerse en el alto rendimiento.
En esta edición de 2023, se disputarán competencias en 52 disciplinas deportivas, incluyendo deportes de pelota, de raqueta, de combate, de tiempo y marca, y de arte y precisión.
Entre las disciplinas destacadas se encuentran el ciclismo, atletismo, tenis, tejo, baloncesto, esgrima y tiro, entre otras.
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Este año, Cundinamarca cuenta con una sólida delegación compuesta por 355 atletas convencionales y 183 atletas del sistema paralímpico.
Estos deportistas cuentan con un apoyo integral que cubre todos los gastos relacionados con implementos deportivos, logística, hospedaje, transporte y alimentación.
El objetivo es brindarles las condiciones necesarias para que puedan competir al máximo de su capacidad y representar con orgullo a Cundinamarca en esta importante cita deportiva nacional.
Por otra parte, los Juegos Nacionales y Paranacionales son, sin lugar a dudas, una manifestación sublime del talento deportivo y un símbolo de unidad a nivel nacional en innumerables países.
Estos eventos de envergadura se conciben para congregar a atletas provenientes de todos los rincones de la nación, dispuestos a medir sus habilidades y destrezas en una amplia gama de disciplinas.
Esta disciplina abarca desde el atletismo y la natación hasta el fútbol, el ciclismo y mucho más.
Los Juegos Nacionales se dedican a los atletas convencionales, mientras que los Paranacionales están meticulosamente diseñados para atletas que enfrentan desafíos físicos o cognitivos, abogando incansablemente por la inclusión y la igualdad en el mundo del deporte.
En estos eventos, se celebra la extraordinaria diversidad del talento deportivo y se promueve con vehemencia la participación de personas de todas las edades y procedencias.
Los Juegos Nacionales y Paranacionales ofrecen una plataforma incomparable para que los atletas muestren su incansable dedicación y desplieguen sus asombrosas habilidades.
Trascienden el ámbito meramente deportivo
Igualmente, el público se sumerge en un mar de asombro y admiración ante su prodigiosa destreza.
Pero estos juegos trascienden el ámbito meramente deportivo. Se convierten en una celebración de valores fundamentales, tejidos con esmero en el tejido del deporte: el respeto, la amistad y la colaboración.
Los atletas participantes, auténticos embajadores de sus regiones, dedican meses e incluso años de incansable entrenamiento con un único propósito: representar a su tierra.
Además, esperan demostrar su valía en el escenario nacional. La rivalidad es intensa, pero también emergen lazos de amistad y un profundo respeto entre los competidores, fortaleciendo así el tejido social de la nación.
Estos juegos trascienden las fronteras del deporte para convertirse en una oportunidad de oro para que las ciudades anfitrionas muestren su hospitalidad y su capacidad organizativa.
Requieren una infraestructura sólida y un despliegue logístico de proporciones épicas. Además, atraen a miles de espectadores ansiosos por sumergirse en la emoción y la energía de la competencia, convirtiendo a estas ciudades en epicentros de celebración y camaradería.
Además, brindan un impulso económico y social invaluable a las regiones afortunadas que tienen el honor de hospedar estos eventos sin igual.
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