En un esfuerzo conjunto por enfrentar los desafíos del cambio climático y la sostenibilidad ambiental, la Alcaldía de Bogotá y la Corporación Autónoma Regional (CAR) han formalizado un acuerdo que promete la restauración de los cerros orientales de la ciudad. Este convenio es parte de una estrategia más amplia que busca no solo la protección de los ecosistemas estratégicos, sino también el fortalecimiento de la conectividad ecológica y la resiliencia frente al cambio climático.
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El acuerdo se centra en la rehabilitación de la Reserva Forestal Protectora de los cerros orientales de Bogotá y la Reserva Forestal Regional Productora del Norte Thomas van der Hammen. Con un enfoque en la cooperación, las dos entidades han establecido un marco que abarca recursos técnicos, administrativos y logísticos, con el fin de implementar acciones conjuntas efectivas. Dentro de estos ecosistemas, las 1.395 hectáreas de la reserva Thomas van der Hammen representan un área crítica que, en la actualidad, enfrenta usos dispares que el acuerdo intenta restaurar.
Uno de los pilares del acuerdo es la recuperación de áreas afectadas por incendios forestales, lo que facilitará una mayor conectividad ecológica. Este esfuerzo es vital para mejorar la capacidad de adaptación de Bogotá ante los efectos del cambio climático. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha destacado que el acuerdo permitirá la restauración de 1.300 hectáreas de cerros, una escala nunca antes alcanzada en décadas pasadas. Según explica, el mismo impulso se aplicará a la Reserva Thomas van der Hammen, donde ya se han ofertado 174 hectáreas para su incorporación en el mecanismo de Transferencia de Derechos de Construcción.
Adriana Soto, secretaria de Ambiente, ha informado que en 2024 se han sembrado 116 hectáreas en los cerros orientales, además de mantener otras 368 hectáreas previamente intervenidas. Estas actividades están orientadas a mejorar la regulación hídrica de fuentes acuáticas y reducir la vulnerabilidad a incendios, contribuyendo así a la calidad del aire en Bogotá. Este esfuerzo también incluye la identificación de áreas prioritarias, la siembra de especies nativas, la implicación de comunidades locales en proyectos de restauración y el mantenimiento continuo de las zonas restauradas.
Las actividades enmarcadas por este acuerdo se alinean con los planes de manejo ambiental vigentes y son coherentes con los objetivos de desarrollo sostenible tanto de la CAR como de la administración distrital. Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR, ha afirmado el compromiso de ambas instituciones con la protección de la biodiversidad y el patrimonio natural de Bogotá, subrayando la importancia de la colaboración interinstitucional para lograr un futuro sostenible.
Notablemente, el acuerdo enfatiza un enfoque participativo, involucrando a las comunidades locales en el proceso de restauración ecológica. Esto no solo fomenta una mayor conciencia ambiental, sino que también permite la articulación de esfuerzos para mitigar los impactos del cambio climático. Adicionalmente, las acciones de este marco de colaboración están diseñadas para integrarse con los objetivos establecidos por el Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR), el Plan de Acción Cuatrienal de la CAR para 2024-2027, y el Plan Distrital de Desarrollo "Bogotá Camina Segura 2024-2027".
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