Escogían sus víctimas conductores a quienes, luego de seducirlos, los drogaban y robaban en varios sectores de Cundinamarca. Habían centrado sus operaciones ilegales a lo largo de las vías desde Bogotá hacia Soacha, Fusagasugá y Facatativá.
Policía y Fiscalía comenzaron a perseguirlas luego de recibir numerosas denuncias sobre casos en los cuales un número importante de conductores fueron víctimas de robo.
Los casos tenían en común varios aspectos. Los afectados eran operarios de vehículos de carga y en todos los episodios siempre había presencia de cuatro mujeres “de muy buen porte”.
Generalmente, con cualquier disculpa, se les acercaban para entablar amistad. Decían tener inconvenientes y que estaban buscando a un hombre quien estaba vinculado al transporte.
Los engaños a conductores
En otras ocasiones simulaban enfrentaba urgentes problemas de índole familiar. Con ello despertaban el sentimiento de solidaridad de sus víctimas.
Se les acercaban y luego comenzaban a ganarse su confianza. Poco a poco los indagaban sobre el destino del viaje y que clase de mercancía que movilizaban.
Con esa información se concentraban en objetivos de importante valor. Luego comenzaba la seducción. De cualquier manera, pasados los minutos y las horas, les hacían creer que les guardaban plena confianza.
También los convencían que estaban dispuestas a “cualquier” cosa con tal de sentirse “protegidas” por alguien quienes les despertaba plena confianza.
El golpe
Luego se ofrecían a acompañarlos en el viaje y mientras se desplazaban les brindaban algo de beber. Ese refresco, o agua, contenía los narcóticos. Generalmente estas escenas ocurrían cerca del lugar convenido con sus compinches.
Una vez la víctima se sentía mareada por el efecto de las drogas, lo hacían detener en punto al alcances del resto de la banda. Allí los hacían bajar del vehículo. Los ataban, abandonaban para escapar con el automotor y su cargamento. También los despojaban del dinero y elementos de valor.
Las pesquisas
Policía y Fiscalía recopilaron importante material sobre el cual emprendieron las tareas investigativas. Lograron determinar que eran cuatro mujeres de quienes alcanzaron a delinear suficientes características para emprender el seguimiento.
Consultaron cámaras de seguridad de los puntos donde los conductores fueron abordados. Con ello fueron armando el cuadro para emprender la búsqueda.
Así mismo, verificaron sus archivos fotográficos y otros datos previamente alcanzados por los uniformados en casos similares. De esa forma establecieron un listado de potenciales objetivos de búsqueda.
Enseguida dieron marcha a las tareas de seguimiento. Lograron obtener algunos números telefónicos de las sospechosas, asunto que abrevio el trabajo de la Policía.
Ya ubicadas y con alto porcentaje de pruebas, les fueron cerrando el trecho. Con fotos e imágenes de videos los investigadores consultaron las víctimas. Todos ellos confirmaron que se trataban de las mismas mujeres que los habían asaltado.
El último golpe
La última vez que actuaron las cuatro indiciadas, a quienes los investigadores conocieron como “Las seductoras”, fue en Villeta, Cundinamarca.
Ocurrió el pasado 29 de marzo (miércoles) sobre la vía que de Bogotá conduce a la mencionada población. Allí, una de las mujeres fue recogida por el conductor quien posteriormente fue robado. Se le llevaron el camión y la mercancía; alimentos, que transportaba.
Con ese nuevo episodio y más pruebas, los agentes decidieron pasar a las capturas. Como ya las tenían rastreadas solo quedaba “ir por ellas”. Así lo hicieron. Las capturaron cuando ellas menos lo pensaban.
A los estrados judiciales
Posteriormente, las cuatro mujeres fueron presentadas ante las instancias correspondientes. Le imputaron cargos por “concierto para delinquir agravado, hurto calificado agravado y secuestro simple”. Sin embargo, ninguna de las procesadas aceptó los cargos.
Dentro de la misma diligencia la Fiscalía solicitó medida de aseguramiento, petición que fue acogida por los administradores de justicia.
Mientras los investigadores adelantaban su trabajo y en el curso de este, lograron recuperar seis vehículos que habían sido reportados como robados.
Las capturadas, Anyul Tatiana H. M., alias “Tatis”; Adriana Marcela O. C., alias “Adri”; Yensi Camila A. N,; y Mónica Liliana C. G., alias “La Ñoña”, fueron cobijadas con medida de aseguramiento.
Según pudo comprobar la Fiscalía, la banda puede ser responsable de robos que superan los $1.800 millones. Tanto Fiscalía como Policía andan en persecución de los hombres que hace parte de la banda de asaltantes.
