El departamento de Cundinamarca se encuentra enfrentando una serie de desafíos climáticos que han impactado tanto a sus comunidades como a sus infraestructuras viales clave. A raíz de estos eventos, se ha puesto en marcha el Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo de Desastres (CMGRD) en varios municipios para llevar a cabo acciones inmediatas y mitigar los riesgos asociados.
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Entre los incidentes más significativos se encuentran:
- 25 de noviembre: Cabrera y Viotá se vieron afectados por un desprendimiento de roca en la vereda Peñas Blancas y un movimiento en masa en la ruta Viotá - El Colegio.
- 26 de noviembre: En Fusagasugá, se reportaron hundimientos y deslizamientos en la carretera que conecta Sibaté con Fusagasugá.
- 27 de noviembre: Tocaima y Cáqueza experimentaron un movimiento en masa en el barrio La Pola y un incendio forestal en la vereda Monruta.
- 29 de noviembre: Villapinzón y Venecia enfrentaron un movimiento en masa que obstruyó el curso de la quebrada Quincha y el riesgo inminente de caída de una roca en la vereda Sabaneta Baja.
- 30 de noviembre: Yacopí sufrió un incendio forestal en el barrio La Soledad.
- 3 de diciembre: En Tocaima, la caída de un árbol nativo comprometió dos viviendas.
La respuesta a estas situaciones ha sido coordinada por la Gobernación de Cundinamarca junto con los CMGRD, quienes han priorizado la protección y seguridad de las comunidades afectadas. La colaboración con entidades como la Corporación Autónoma Regional (CAR) ha sido crucial para llevar a cabo medidas de prevención y mitigación en áreas críticas.
Natalia Gómez, directora de la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres (UAEGRD), subrayó la necesidad de abordar con urgencia los problemas de obstrucción por basura en los cuerpos hídricos para prevenir desbordes e inundaciones. Gómez también resaltó la implementación de sistemas de alertas comunitarias, instando a la población a reportar inmediatamente cualquier aumento crítico en los niveles de agua de los ríos.
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