Desde diciembre de 2022, Artesanías de Colombia ha experimentado una transformación que ha derivado en una serie de acusaciones contra la actual gerente, Adriana Mejía Aguado, por supuestas prácticas de acoso y maltrato laboral. Los testimonios, inicialmente anónimos, revelan quejas que van desde humillaciones públicas hasta favoritismo y gestión controversial. La entidad, que anteriormente se destacaba como un entorno laboral ejemplar, parece navegar ahora por aguas turbulentas.
Con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia, Artesanías de Colombia recibió nuevos vientos de cambio en su dirección, colocando a Adriana Mejía Aguado al frente en noviembre de 2022. Antes de ella, la arquitecta Ana María Fríes lideraba la institución hasta su renuncia. Los cambios no se hicieron esperar, y se reportaron incidentes como altercados verbales de Mejía Aguado hacia el equipo de comunicaciones, además de un giro en el enfoque de las redes sociales de la entidad hacia una mayor alineación con el gobierno.
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En el informe de CasaMacondo, se evidencia un aumento de tensión y malestar entre los colaboradores, quienes hablan de una atmósfera de "régimen" que coexiste bajo la administración de Mejía Aguado. Recientemente, se ha generado controversia por las decisiones de la gerente en cuanto a las instancias de juzgamiento en procesos disciplinarios internos, centralizando el poder y la decisión final en su figura.
El historial de Mejía Aguado incluye un primer nombramiento público en 2015 como directora de la FUGA, una decisión del entonces alcalde Gustavo Petro que fue vista con escepticismo por su corta duración y la falta de experiencia previa de Mejía Aguado en cultura. Además, su proximidad con la familia presidencial y su ascendencia en cargos públicos ha estado acompañada de apoyo político de figuras como Manuel Grau y la primera dama Verónica Alcocer.
Artesanías de Colombia enfrenta actualmente un escenario de incertidumbre laboral en contraste con su reputación previa como un lugar destacado para trabajar en el país. La situación, aún en proceso de esclarecimiento, se mantiene en observación mientras los trabajadores y la opinión pública esperan una resolución que garantice un ambiente laboral sano y la calidad en la promoción del arte y la cultura nacional.
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