La revelación de una compleja red de corrupción en la cárcel de Girardot ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema penitenciario colombiano. Según investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, miembros del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y reclusos colaboraban activamente en actividades ilícitas, transformando el centro de reclusión en lo que se ha descrito como un “centro comercial del crimen”.
La investigación mostró que el entramado delictivo dentro de la cárcel estaba altamente organizado. Con la colaboración de guardias del Inpec, los internos accedían a drogas y objetos prohibidos, promoviendo una cultura del delito detrás de los barrotes. Este descubrimiento, que ha sacudido a la comunidad, evidencia cómo la corrupción puede infiltrarse incluso en las instituciones diseñadas para la rehabilitación.
Desmantelan red Criminal que operaba en cárcel
A través de un riguroso proceso de indagación, la Fiscalía identificó que la red operaba como una verdadera empresa criminal. Los roles estaban claramente establecidos, permitiendo a los reclusos no solo adquirir sustancias ilegales, sino también gestionar la distribución y el precio de estos productos. Esto se realizó con la connivencia de los custodios de la cárcel
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El fiscal a cargo de la investigación describió la situación como un microcosmos del crimen dentro del establecimiento penitenciario. Se permitió la comercialización de drogas como marihuana, cocaína, perico y bazuco en varios sectores del penal, específicamente en los patios 1, 2 y 5. Además, los reclusos gozaban de acceso a teléfonos móviles y organizaban eventos ilegales, bajo el amparo de algunos guardias.
Las pruebas recopiladas señalan que los guardias facilitaban el ingreso de los artículos prohibidos mediante sobornos y actos de complicidad. La falta de controles y una vigilancia deficiente crearon un ambiente donde las leyes eran sistemáticamente ignoradas.
El operativo de desarticulación culminó en la captura de 16 individuos, incluyendo varios funcionarios del Inpec. De ellos, 15 fueron encarcelados, mientras uno fue puesto bajo arresto domiciliario.
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En un contexto más amplio, el director del Inpec reveló información preocupante acerca de la magnitud de la corrupción en la institución. Según datos presentados durante la audiencia, existen actualmente 3.700 funcionarios bajo investigación, incluyendo cerca de 100 directores, lo que subraya un problema sistémico en la integridad del sistema penitenciario colombiano.
