En respuesta a las intensas lluvias que han azotado la región de la laguna de Fúquene, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha optado por un enfoque preventivo, implementando la apertura progresiva de las compuertas Tolón. Esta medida busca gestionar el flujo de agua de manera que se eviten potenciales desbordamientos, especialmente en zonas que son conocidas por su vulnerabilidad.
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La decisión de la CAR se enmarca en un plan de acción que comenzó el 12 de noviembre, debido al incremento precipitado del nivel de las aguas tanto en la laguna de Fúquene como en el río Suárez. La regulación ha resultado eficaz, logrando que el agua fluya sin contratiempos y protegiendo a las comunidades y terrenos cercanos a la cuenca de este río.
Este mecanismo de apertura está basado en estudios técnicos que se actualizan de manera constante. Estos análisis determinan cuándo es crítico operar las compuertas, siendo supervisados desde el Puesto de Mando Unificado, establecido un día antes, el 11 de noviembre.
La apertura controlada ha permitido que el tránsito de grandes caudales drene eficazmente en el río Suárez, la laguna de Fúquene y sus afluentes. Así, se controla el volumen de agua que se incrementa como consecuencia de las condiciones climáticas persistentes.
Por otro lado, las comunidades situadas río abajo de las estructuras de regulación se mantienen seguras, ya que los altos caudales se gestionan mediante el antiguo sistema del canal París. Este sistema asegura que las aguas se canalicen de manera eficiente y controlada.
La CAR sigue vigilando de cerca las dinámicas en la laguna de Fúquene y ha reiterado su llamado a las autoridades de Cundinamarca y Boyacá. Se les pide mantener sus unidades de gestión de riesgo alerta, para que puedan responder ágilmente ante cualquier posible eventualidad.
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