La Contraloría de Cundinamarca ha publicado los resultados de su evaluación anual sobre la deuda pública de las entidades territoriales del departamento durante el año 2023. Este estudio, que es esencial para evaluar la sostenibilidad fiscal y la autonomía financiera de los municipios, ha revelado que varios de ellos han demostrado una gestión financiera robusta.
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Un aspecto crucial de este análisis es el enfoque en la capacidad de endeudamiento autónomo, que se define como la habilidad de un municipio para asumir deudas respaldadas exclusivamente por sus ingresos propios. La Ley 358 de 1997, que regula este tipo de endeudamiento, establece que no debe exceder el 80 % de los ingresos tributarios de cualquier entidad territorial. Este criterio es fundamental para garantizar que las entidades mantengan un equilibrio fiscal y puedan gestionar sus deudas sin comprometer su estabilidad a largo plazo.
Entre los municipios que se han destacado en esta evaluación se encuentran Fusagasugá, con un 56 % de endeudamiento autónomo; Cajicá, que alcanzó un 67 %; y Madrid, con un 52 %. Estos municipios han demostrado una gestión financiera efectiva, manteniéndose dentro de límites prudentes y asegurando su sostenibilidad fiscal.
La Contraloría de Cundinamarca enfatizó que el desempeño en la capacidad de endeudamiento autónomo es un indicador crucial de la salud financiera de los municipios. Aquellos que mantienen altos niveles en este indicador están mejor preparados para enfrentar futuros desafíos, lo que garantiza la estabilidad fiscal y facilita el desarrollo sostenible.
A continuación, se detallan los resultados específicos en función de la categoría poblacional de cada municipio:
Categoría 1 (100.001 - 500.000 habitantes):
Funza: Ha logrado un margen de endeudamiento autónomo del 49 %, lo que refleja una gestión cuidadosa y una capacidad de inversión sin comprometer su estabilidad fiscal.
Categoría 2 (50.001 - 100.000 habitantes):
Facatativá: Alcanzó el límite máximo permitido del 80 %, lo que subraya su fuerte capacidad para gestionar las finanzas de manera independiente.
Categoría 3 (30.001 - 50.000 habitantes):
Tenjo: Se destaca con un 80 % de endeudamiento autónomo, indicando un manejo sólido de sus ingresos y una planificación financiera eficaz.
Categoría 4 (20.001 - 30.000 habitantes):
Sibaté: Ha mantenido un endeudamiento autónomo del 64 %, posicionándose favorablemente para continuar con sus proyectos de desarrollo sin comprometer su estabilidad económica.
Categoría 5 (10.001 - 20.000 habitantes):
La Mesa: Destaca con un 69 % de capacidad de endeudamiento autónomo, reflejando una estrategia financiera equilibrada y enfocada en la estabilidad a largo plazo.
Categoría 6 (≤ 10.000 habitantes):
Varias localidades, como Arbelaéz, Gachetá, Viotá, y Topaipí, alcanzaron el 80 %, demostrando una alta independencia fiscal y eficiencia en el manejo de sus deudas.
Otros municipios, como Quipile (77 %), Ubalá (76 %), Tocaima (78 %), Anolaima (76 %), Jerusalén (71 %), y Tabio (73 %), también presentaron una gestión financiera destacada.
La Contraloría ha subrayado que estos resultados resaltan la relevancia de la capacidad de endeudamiento autónomo como un indicador crítico de la salud financiera de las entidades territoriales. Los municipios que han logrado mantener o alcanzar altos niveles en este indicador están mejor preparados para enfrentar desafíos futuros, asegurando la estabilidad fiscal y promoviendo un desarrollo sostenible en sus regiones.
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