En una escalofriante experiencia, una familia vivió momentos de auténtico pavor cuando fueron secuestrados en el sector de El Chuscal, en la ruta La Vega - Bogotá. Esta familia, compuesta por un hombre, su esposa y su pequeño hijo de tan solo seis meses, enfrentó la angustia de un secuestro mientras se encontraban reparando un neumático de su vehículo.
Los secuestradores, tres individuos armados de origen venezolano, los abordaron en un instante de vulnerabilidad y los forzaron a subir al auto, ahora controlado por uno de los delincuentes. Ascendiendo por una zona boscosa, la familia fue abandonada con la amenaza de que no les ocurriría daño. Sin un destino claro y sumidos en la incertidumbre, la seguridad de la familia se vio truncada por horas.
Le recomendamos leer: Intenso Operativo Tras Atraco Masivo en Bus Intermunicipal: Video Revela Violencia Ejercida
El impacto de este hecho va más allá de la evidente preocupación por la seguridad física; las secuelas psicológicas son profundas, especialmente para los adultos responsables de un infante. La cámara de seguridad capturó el momento en que el vehículo desaparece, conducido por uno de los criminales, dejando tras de sí un rastro de angustia y una lista de bienes robados que incluye:
- Tres teléfonos móviles.
- Un computador.
- Una suma considerable de dinero en efectivo.
- Otros objetos de valor cuyo total asciende a aproximadamente 40 millones de pesos en pérdidas materiales.
La familia asume que recuperar su vehículo es una posibilidad distante, y están resueltos a no ceder ante demandas de rescate por parte de los criminales. Este lamentable incidente sugiere que El Chuscal se está convirtiendo en un área recurrente para este tipo de delitos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad en la región y la eficacia de los controles policiales, especialmente considerando la cercanía de un puesto de retén.
La comunidad y las víctimas claman por una respuesta más firme de las autoridades en esta área, subrayando la necesidad de una vigilancia y presencia policial que disuada a los delincuentes y proteja a los ciudadanos de amenazas similares en el futuro. La seguridad es un derecho fundamental, y su restitución es una demanda imperativa para quienes han vivido el horror de un secuestro en carne propia.
Le puede interesar: Asalto en cerros orientales de Bogotá: Empresario y actor víctimas de un acto delictivo