En el municipio de Fusagasugá, Cundinamarca, comunidad solicita a la administración municipal que responda y avale el cierre definitivo del matadero ordenado por la Policía, el cual es un foco de malos olores y contaminación auditiva para los habitantes de la zona residencial de los barrios Manila, Villa Lenny, Vergel, Rinconcito de Manila, Marsella y comunidad del Colegio León de Greiff.
Indignación de la comunidad en Fusagasugá
Habitantes de Fusagasugá se encuentran inmersos en una lucha por la calidad de vida en sus barrios, donde la presencia de un matadero de pollos ha llevado a una serie de inconvenientes graves que afectan tanto a la comunidad como al medio ambiente.
En este contexto, los residentes del sector solicitan al alcalde Jairo Hortua intervenir y respaldar el cierre definitivo de la industria, cuya actividad ha sido suspendida por la Inspección Tercera de Policía, en cumplimiento de la ley 1801 de 2016.
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La molestia de la comunidad surge de una situación que compromete el día a día de quienes habitan los barrios cercanos al matadero, ubicado específicamente en el barrio Rinconcito de Manila.
La afectación es múltiple, impactando el bienestar de las familias, las condiciones higiénicas y la tranquilidad sonora de los sectores Manila, Villa Lenny, Vergel, Rinconcito de Manila, Marsella y la comunidad educativa del Colegio León de Greiff, situado a escasa distancia del negocio en cuestión.
Clamor ciudadano y medidas tomadas:
- Orden de suspensión definitiva lograda por la Inspección Tercera de Policía.
- Apelación presentada por los representantes del matadero.
- Cumplimiento de la ley 1801 de 2016, específicamente el artículo 92, numeral 12.
- Audiencia pública que se celebró el 29 de septiembre de 2023, representando los intereses de los vecinos.
Según el medio "Las 2 Orillas", a pesar de estas acciones, existe preocupación entre los habitantes por la posible permisividad del Gobierno Municipal, ya que hasta el momento no se observa una respuesta efectiva a la apelación interpuesta por los dueños del matadero.
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Investigaciones realizadas por la comunidad han revelado que la operación del matadero carece de permiso de uso del suelo y no respeta principios fundamentales de responsabilidad social y ambiental.
La acumulación de residuos orgánicos de forma inapropiada, así como la contaminación auditiva y de malos olores, son parte del problema que enfrentan los vecinos.
Se han realizado denuncias formales ante diversas entidades, tales como la Alcaldía, la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Planeación, la CAR (Corporación Autónoma Regional) y el INVIMA, respaldadas por pruebas contundentes.
Sin embargo, las denuncias inicialmente no recibieron la atención requerida, lo que motivó a los residentes a demandar ante la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible por el silencio administrativo.
Eventualmente, la CAR abrió expedientes y se hallaron presuntas contaminaciones a fuentes hídricas naturales, dado que el matadero se encuentra al borde de la quebrada El Mosqueral.
Además, se constataron irregularidades identificadas por parte de la Secretaría de Ambiente y Tierras de Fusagasugá, como la falta de un programa de gestión y control de vertimientos y la ausencia de una planta de tratamiento de agua residual.
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Los hallazgos de la Secretaría incluyeron:
- Ausencia de seguimiento y control de emisiones conforme al Decreto 1076 de 2015.
- Manejo inapropiado de lixiviados.
- Vertimientos con alta carga orgánica sin tratamiento previo al sistema de alcantarillado.
Ante esta situación crítica, los habitantes de Fusagasugá hacen un llamado urgente al alcalde Jairo Hortua para responder con prontitud a la apelación y confirmar el cierre definitivo del matadero en armonía con la decisión de la Inspección Tercera de Policía y el bienestar de la comunidad.