Había hecho lo mismo en Soacha, Sibaté y El Colegio pero, finalmente, fue detenido en Fusagasugá, Cundinamarca. Aparentaba ser un comprador pero, cuando probaba los vehículos, desaparecía.
El golpe contra esta modalidad de robo y extorsión fue realizado por unidades especiales de la Sijin y el Gaula en desarrollo de una investigación de varios meses.
Los trabajos de rastreo del presunto ladrón comenzaron hacia octubre del año pasado, luego que una de las víctimas reportara el robo del cual fue objeto por esos días.
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Cotejados los datos, agentes de la Policía Cundinamarca se dieron cuenta que el mismo modus operandi había sido utilizado en otros casos similares, hechos de los cuales tuvieron conocimiento.
La persecución
Intensificaron sus tareas; profundizaron en la pesquisa tras lo cual organizaron un plan cuyo objetivo era dar con el responsable de los robos. Revisaron las cámaras de seguridad en los diferentes puntos donde habían sido cometidos robos similares.
Con ello, lograron establecer un perfil del delincuente. Agentes especiales se encargaron de delinear sus características especiales como estatura, señales particulares, sus gestos, movimientos y hasta su forma de hablar.
Es información fue cotejada con datos existentes en sus archivo. Toda esa información les permitió a los agentes elaborar una lista de sospechosos. Luego montaron operativos especiales de seguimiento a cada uno de ellos.
Paralelamente, los secretos siguieron otros rastros mediante el uso de sistemas electrónicos y digitales. Ubicaron la zona por la cual se movía el sospechoso, misión para la cual le hicieron seguimiento a su celular.
Primeras pistas
El indiciado había remitido mensajes de texto, y se había comunicado con sus víctimas para montar la trama y luego formular las exigencias monetarias.
Así, poco a poco, le fueron cerrando el cerco. Ya ubicado comenzó otra tarea: la verificación de sus movimientos e implicaciones en otros episodios similares.
Esa información resultaba clave a la hora de armar el expediente con los cargos, tarea importante siguiendo el propósito de mantenerlo fuera de las calles.
Una vez estuvieron seguros del caso, procedieron con la detención. Alcanzaron una orden de captura. Al momento de su detención y ante la contundencia de las pistas, el hombre no tuvo alternativa diferente a la de someterse dócilmente una vez fue sorprendido en una calle del barrio Coburgo.
Así cometía los robos
El indiciado había diseñado una estrategia especial para cometer los hurtos. Para ello requería una condición especial: la de ser buen actor.
Contactaba a los vendedores o dueños de motos ofrecidas a través de las redes sociales. Siempre escogía máquinas costosas y de alto cilindraje.
Tras los primeros contactos y luego de mostrarse “muy interesado” por el vehículo, acordaba citas para cerrar el negocio. En el sitio la prendía; la aceleraba para dar a entender que revisaba las condiciones del motor. Insistía en algunos “rayones” u otros detalles que le permitieran ganar más confianza.
Luego de varios minutos y con el escenario a su favor pedía que lo dejaran probar la máquina. Era entonces cuando huía; desaparecía con la moto.
Pasadas algunas horas el hombre se contactaba con la víctima para completar la extorsión. Mediante llamadas vía celular o a través de mensajes de texto formulaba sus exigencias.
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Casi siempre pedía entre 1.5 y 2 millones de pesos. De esa forma robó a varias personas en Fusagasugá, Soacha, Sibaté y La Mesa. La Sijín investiga si otros casos similares se presentaron en diferentes poblaciones del Sumapaz y Cundinamarca.
Recomendaciones de la Policía
Lo sucedido le permitió a la Policía formular recomendaciones con el propósito de evitar nuevos casos de este tipo:
-No confirme información personal que pueda ser usada por los delincuentes.
-Grabe o deje soporte de las llamadas o conversaciones por redes sociales. Tome atenta nota de aspectos como nombres, números de teléfono u otros elementos de información que suministren los delincuentes.
-No realice ningún tipo de consignación por negociaciones paralelas o a escondidas de las autoridades. Esto hace que los delincuentes posteriormente le exijan mayores cantidades de dinero.
-Por último, no consigne, no haga ningún tipo de pago. No entre en pánico y simplemente diríjase a cualquier CAI o llame inmediatamente a la línea telefónica 165 del Gaula de la Policía Nacional. La información igual puede ser suministrada a través de la línea 123.