La noticia sobre el incendio fue advertido hacia el mediodía de este domingo (28 de enero 2024) en la vereda San Bartolomé, occidente de Gachancipá, Cundinamarca, cerca del Embalse del Tominé.
El fuego provocó gruesas columnas de humo que alertaron a las comunidades y habitantes en amplia zona alrededor de ese municipio y la Provincia de los Almeidas.
la conflagración, cuyos motivos son desconocidos, se presenta pocas horas después de que muy buena parte del centro y norte de Cundinamarca respirara con cierta tranquilidad tras los fuertes aguaceros de las últimas 24 horas.
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Sobre lo que estaba sucediendo fueron alertadas las autoridades y los Bomberos en Cundinamarca quienes, de inmediato, comenzaron a tomar las medidas correspondientes.
Noticias desalentadoras
La novedad tomó por sorpresa a las autoridades quienes habían asumido una condición un tanto tranquila luego que en Nemocón, Sopó, parte de Zipaquirá, Suesca y otros municipios de la zona cayeran copiosos aguaceros la víspera.
El suceso hizo pensar que la normalidad comenzaba a regresar y que las emergencias por los incendios forestales, en medio de la sequía propia del fenómeno del Niño, ya eran cosas del pasado.
Las lluvias, que también abarcó sectores de Bogotá y la Sabana Centro, mostraron escenas poco usuales durante la actual temporada: personas usando paraguas. Este sábado, videos difundidos a través de las redes sociales mostraron cómo las precipitaciones extinguieron las llamas que habían arrasado enclaves ecológicos en varios municipios. El evento de los aguaceros en Nemocón fue celebrado por el alcalde de ese municipio, Cristian Carrillo.
Sobresalen registros visuales en Nemocón, Suesca, Tausa, zona de Guatavita y La Calera, e incluso en algunos sectores de Bogotá. Otros reportes vía WhatsApp informaron sobre fuertes lluvias en áreas cercanas al "Peaje de Casablanca y Tierra Negra", a lo largo de la vía Zipaquirá–Ubaté.
La noticia de las lluvias fue recibida con alivio y muchos la consideraron un auténtico milagro. El cambio brusco de las condiciones del clima fue atribuido, por sectores creyentes, a las rogativas elevadas al Creador y San isidro Labrador, patrono de los agricultores.
A lo largo de las últimas horas, en Nemocón, la imagen de San Isidro Labrador fue expuesta en varios puntos, convocando a creyentes para rogar por el regreso de las lluvia. En medio de estas sesiones, de repente, el cielo se oscureció y comenzaron a caer gruesas goteras de agua.
La emergencia desatada por los incendios forestales, algunos provocados por manos criminales, comenzó a ser visto como un amargo episodio que dejó desolación en vastas áreas del centro de Cundinamarca.
En algunos sectores, como en Nemocón, las precipitaciones fueron tan intensas que solo permitía la visibilidad a una distancia de pocos metros.
¿Manos criminales?
De otra parte y mientras las autoridades buscaban la manera de aplacar el fuego y mitigar sus efectos, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, junto al alcalde de Zipaquirá, Fabián Rojas, hablaban de pirómanos.
La posibilidad cobró fuerza luego que la Policía alcanzara información sobre la presencia de once sospechosos en inmediaciones y en los mismos momentos en que se iniciaban las conflagraciones forestales. Cuatro de estas personas alcanzaron a ser detectadas en San Benito en actitud que hizo pensar que se trataban de los autores de los fuegos.
Las investigaciones sobre estos incidentes ya están en marcha. El gobernador Rey destacó la gravedad de la situación. Según fuentes oficiales, los primeros indicios sobre la posible intervención de manos criminales en los eventos forestales se recibieron hace pocos días.
"Este tipo de acciones ponen en riesgo no solo la flora y fauna de nuestro departamento, sino también la vida de los habitantes. No descansaremos hasta dar con los responsables y llevarlos ante la justicia", advirtió el mandatario seccional. A su vez, Policía, Ejército y otras unidades, emprendieron investigaciones dirigidas a esclarecer los hechos.
De hecho, un hombre fue detenido en Cambao, corregimiento de San Juan de Rioseco, a orillas del río Magdalena. Las autoridades lo acusan de ser autor de una de las conflagraciones ocurridas en esa zona.
