El mandatario de Cundinamarca, Jorge Rey, ha expresado su preocupación ante la reciente decisión de la Corte Constitucional de eliminar las restricciones para la comercialización de aguardiente en el país. Según declaraciones del gobernador, esta medida podrá influir significativamente en la recaudación departamental, afectando especialmente los recursos orientados a financiar el sistema de salud. La decisión ha generado inquietud en torno al equilibrio entre la libre competencia en el mercado y el soporte económico que tradicionalmente ha aportado la Empresa de Licores de Cundinamarca, entidad involucrada en la distribución del aguardiente en la región.
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En su intervención, Rey destacó que la eliminación de restricciones facilita la entrada de nuevas empresas con mayor capacidad financiera, lo cual podría disminuir las utilidades de la empresa licorera local. Entre los aspectos más señalados se encuentran:
• La disminución en la recaudación de fondos destinados a la salud pública.
• La pérdida proyectada de aproximadamente medio billón de pesos en los próximos diez años, suma que había contribuido de manera sostenida a financiar el sistema de salud del departamento.
• La ausencia de un plan de transición que permita mitigar el impacto económico en la recaudación y en la operatividad de la empresa estatal.
El gobernador enfatizó la necesidad de contar con estrategias de ajuste ante la rápida modificación del entorno comercial. Además, advirtió que el escenario de competencia se tornará más desafiante para la Empresa de Licores de Cundinamarca, dado que empresas privadas, respaldadas por sólidos recursos financieros, podrían consolidar una presencia mucho mayor en el mercado bogotano. Dicho ambiente competitivo se advierte sin contar con protocolos de compensación o medidas de apoyo económico para la entidad afectada.
Asimismo, Rey puntualizó que la estructura de financiamiento derivada de las ventas del aguardiente ha sido un sostenido aporte para la financiación de los servicios de salud, remarcando la diferencia en las cifras de comercialización de la licorera local en comparación con otras empresas que operan en la región. En este sentido, éstas han logrado posicionarse de manera significativa en un mercado que aunque abierto, podría presentar desequilibrios en términos de inversión y alcance territorial. La posición de los actores involucrados resalta la complejidad del proceso de liberalización en un sector de tradicional importancia para la economía departamental.
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