En el corazón de Colombia, una revolución silenciosa está tomando forma con el nacimiento y crecimiento de más de 4.000 negocios verdes, un movimiento que redefine la economía y el cuidado del medio ambiente. Esta información, validada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, pone de manifiesto cómo el país está trazando un sendero alternativo hacia la sostenibilidad, enfocado no solo en la prosperidad económica sino también en la salvaguarda de sus valiosos recursos naturales.
Estas empresas están en la vanguardia de medidas transformadoras en respuesta al cambio climático y reducción de la desigualdad económica. Su contribución es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una meta global que busca, entre otros fines, un consumo responsable. Aunque Colombia muestra un progreso sustancial del 60.2% en dirección a estos objetivos, tal y como se refleja en el Informe Anual del Departamento Nacional de Planeación (DNP), es claro el llamado a incrementar dichos esfuerzos, con una convocatoria a la acción colectiva que incluye al estado, las comunidades y el sector privado.
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Ana Alejandra Jiménez, encabezando la Dirección de Sostenibilidad de Urbaser, ha manifestado un enérgico sentimiento de orgullo por el rol de su compañía en este desarrollo sustentable. Urbaser, con apenas tres años de actividades en Colombia, ya ha sido galardonada con 10 premios de renombre, honrando sus prácticas ambientales y sociolaborales. El más reciente, el premio a la "Responsabilidad Social Empresarial" entregado por Fenalco, destaca el liderazgo ambiental y la excelencia en gestión de la empresa.
Corporaciones reconocidas, tales como Urbaser, Bancolombia, Banco de Bogotá, Grupo Argos, Grupo Nutresa y Almacenes Éxito, están tejiendo la sostenibilidad en todo el espectro de sus operaciones. Sus estrategias de sostenibilidad no solo inciden positivamente en el entorno social, ambiental y económico, sino que también cooperan estrechamente con el gobierno y potencian a organizaciones benéficas, multiplicando su efecto transformador.
El compromiso con el impacto social y ambiental se ha convertido en un pilar esencial para las empresas colombianas. Este enfoque estratégico les ha permitido no solo fortalecer su desarrollo económico, sino también ser protagonistas de un cambio perdurable en Colombia, consolidándose como catalizadores de una era más equitativa y floreciente. La implementación de prácticas comerciales sostenibles e innovadoras trasciende lo ético y se ha convertido en una táctica indispensable para edificar un futuro prometedor.
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