En un contundente operativo liderado por la Policía de Cundinamarca, se logró la incautación de 83 kilos de clorhidrato de cocaína en el municipio de Agua de Dios. Este golpe al narcotráfico resalta cómo las organizaciones criminales continúan innovando sus métodos para el transporte de drogas en la región.
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El hallazgo se produjo durante un control de tránsito rutinario, donde se descubrió el cargamento ilícito dentro de una camioneta conducida por Juan Martín, quien fue arrestado en el acto. Este operativo demuestra la eficiencia de los controles en carreteras veredales, vías que las bandas han comenzado a preferir como alternativas frente a las principales rutas vigiladas.
Entre las nuevas rutas usadas por los narcotraficantes están las vías del Alto Magdalena, que se destacan por ofrecer menos vigilancia en comparación con corredores famosos como Bogotá-Girardot y Girardot-La Mesa-Mosquera. Esta elección subraya un cambio estratégico en las operaciones delictivas, buscando minimizar el riesgo de detección.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, aplaudió esta operación como un éxito en la lucha contra el narcotráfico. Además, reiteró el compromiso de su administración para intensificar los controles en toda la red vial del departamento. "Reforzaremos la seguridad en nuestras vías para proteger a los ciudadanos y desmantelar estas redes criminales", afirmó.
Los operativos continuarán centrando esfuerzos en interceptar las rutas secundarias utilizadas para el tráfico de estupefacientes entre el sur del país y las ciudades principales, incluyendo Bogotá.
La creciente vigilancia sobre las carreteras alternas es parte de una estrategia más amplia que busca cerrar el cerco sobre el transporte ilegal de drogas, procurando interrumpir el flujo antes de que alcance los grandes centros urbanos.
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