Su destino era Europa. El hombre que servía de “mula” fue detenido en la Terminal de Transportes de Fusagasugá, Cundinamarca. En una maleta de doble fondo llevaba 3 kilos de alucinógenos.
Unidades de la Sijín se encargaron de frustrar el envío de los narcóticos cuyo costo, en Colombia, alcanza los $60 millones. En Europa puede multiplicarse por 10; y más. Agentes especiales de inteligencia le venían siguiendo los pasos a la organización cuya base es buscada en el Valle y el Eje Cafetero.
Sabían que un grupo de narcotraficantes había optado por utilizar recursos humanos para movilizar sus mercancías, una práctica que cayó en desuso hace años. Pensaron que la Policía ya no le prestaba atención al método; en efecto, les servicio por largo tiempo.
Cocaina iba con destino a los mercados europeos
Los uniformados se enteraron que una banda en especial estaba utilizando el transporte público para movilizar sus mercancías en pequeñas cantidades. Hicieron seguimiento a las remesas mediante empresas de mensajería, pero no alcanzaron buenos resultados.
Continuaron revisando vehículos de carga, trabajo mediante el cual lograron incautar importantes volúmenes de marihuana. Sus fuentes insistían en que las remesas eran de cocaína.
Fue entonces cuando comenzaron a fijarse en los vehículos de transporte de pasajeros. Se dieron a la tarea de requisar las bodegas y cargamentos sospechosos. No obtuvieron resultados.
Investigaciones permanentes
Se mantuvieron firmes en su misión. Tras largos meses de interceptaciones telefónicas y otros procedimientos tecnológicos, la Sijín notó que, de tiempo en tiempo, algunos buses de transporte intermunicipal, eran monitoreados.
Varios de ellos recibían y emitían insistentes señales de llamadas, un comportamiento que, si bien no es inusual, sí presentaban algunas características que los hizo entrar en sospecha.
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Estas comunicaciones, generalmente, ocurrían en horas de la noche y desde un área ubicada entre el norte del Valle y el Eje Cafetero.
Con esa información permanecieron atentos. Así, las últimas horas, detectaron nuevas sesiones de comunicaciones sospechosas. Se declararon en alerta y montaron operativos especiales.
Carteles en el Eje Cafetero
Tenían que requisar los vehículos procedentes del Quindío y sus alrededores. Así lo hicieron hasta cuando detectaron que un pasajero guardaba comportamiento inusual. Se mostró nervioso y sobre él centro su trabajo la Sijín.
En las primeras requisas no hallaron nada y algunos de sus equipajes se encontraban libres de narcóticos. Sin embargo, todo apuntaba a que era en ese vehículo en donde movilizaban el cargamento ilegal.
Profundizaron en sus inspecciones hasta cuando dieron con una maleta sospechosa. Parecía no tener dueño. La inspeccionaron minuciosamente y mediante ese trabajo se dieron cuenta que mantenía doble fondo. Allí iban mimetizados los tres kilos de cocaína.
La detención
Indagaron a quién pertenecía el equipaje. Con todo descubierto y con las evidencias en sus manos, los efectivos de la Sijín procedieron con la detención del posible implicado.
El sospechoso es un hombre de 52 años procedente de Calarcá, Quindío. Pretendía viajar a España desde el Aeropuerto El Dorado. Llevaba consigo tiquetes y la documentación que le permitía desplazarse hasta Europa.
Finalmente, un Juez de Control de Garantías, ante la contundencia de las pruebas, decidió enviarlo a la cárcel mientras sigue el correspondiente juicio. Lo acusan de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.