La comunidad de Girardot, enfrenta una preocupante situación tras una ola de robos que ha afectado a múltiples establecimientos comerciales en la última semana. Estos incidentes han generado una creciente inquietud entre los pobladores, quienes ven sus rutinas diarias alteradas por el temor a la delincuencia.
Entre los hechos más inquietantes denunciados por los comerciantes se encuentran los atracos perpetrados por grupos organizados que se trasladarían al municipio con el objetivo de delinquir. Un modus operandi común en estos robos es el uso de cascos de motocicleta por parte de los delincuentes para ocultar sus identidades. En un caso particular, una madre y su hija fueron asaltadas a mano armada en un negocio local, mientras que un spa de uñas fue víctima de un ataque similar, donde las trabajadoras y clientas fueron intimidadas, resultando en la sustracción de dinero y objetos de valor.
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Los testimonios de los testigos presenciales relatan cómo los ladrones ingresaron de manera violenta a los establecimientos, arrojando al suelo a una niña y obligando a los presentes a desplazarse hacia la parte posterior de los locales. Una vez allí, procedieron a buscar dinero y pertenencias, incrementando el estado de inseguridad entre los habitantes de Girardot.
Comerciantes de Girardot exigen seguridad ante ola de robos
Los comerciantes del área han hecho un llamado urgente a las autoridades nacionales, solicitando acciones concretas que refuercen la seguridad en sus comunidades. Un comerciante local destacó la dificultad de mantener sus negocios ante este clima de inseguridad, lamentando que el fruto de su arduo trabajo sea arrebatado de manera tan abrupta.
En respuesta a este llamado, la Alcaldía de Girardot ha ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos para cualquier información que ayude a capturar a los responsables de estos crímenes. Además, se ha programado una reunión para definir estrategias de seguridad, con la participación del alcalde, el gobernador de Cundinamarca y fuerzas policiales.
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Con este panorama, algunos comerciantes han decidido cerrar sus negocios antes de lo habitual como medida preventiva para protegerse de posibles robos. La sociedad girardoteña espera con ansias la implementación de medidas efectivas que restauren la paz y seguridad en el municipio, permitiendo a los emprendedores continuar con sus actividades sin el constante temor de ser víctimas de la delincuencia.
La comunidad confía en que las autoridades actuarán de manera decidida para frenar la actividad delictiva de estas bandas organizadas, cuyo impacto negativo no solo afecta la seguridad personal, sino también el desarrollo económico y social de la región.
