El aumento progresivo de casos de dengue en Cundinamarca ha encendido las alarmas de las autoridades regionales que intensifican esfuerzos para contener la propagación del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti. Datos suministrados por la Gobernación revelan que a la fecha ya se han contabilizado 564 afectados, una cifra que sigue la tendencia ascendente del año anterior donde se reportaron un total de 4.394 casos.
Esta situación ha puesto especial atención en municipios como Girardot, donde se ha registrado el 37,6% de los casos; Anapoima con el 25,3%, y Tocaima con 23,6%. El 2024 ha visto un preocupante incremento en localidades como Nimaima, Nocaima y Tibacuy que, en el año precedente, no habían notificado afectados, mientras que en Nilo se observa un significativo aumento.
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La comparativa de las estadísticas muestra que, durante la semana tres de 2024 en comparación a la semana con mayor registro de 2023, 22 municipios han evidenciado una escalada en la incidencia del virus, destacándose Anapoima, Nimaima y Nocaima. En contraposición, Medina, Paratebueno y Girardot presentan una reducción en su tasa de incidencia con relación a la semana 15 del año anterior.
Los registros acumulados al corte de la semana tres de este año, en contraste con años identificados por brotes epidémicos como 2016, 2019 y 2023, reflejan un incremento del 4% en comparación con 2016, un 324% frente a 2019, y un 150% más que en 2023.
Particular preocupación generan los casos en niños menores de 19 años y alarmantes notificaciones en infantes menores de un año. Este año, se ha registrado solo una muerte atribuida al virus y está bajo investigación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el dengue puede desarrollar una forma grave de la enfermedad, que se manifiesta por síntomas como choque, dificultades respiratorias y daño severo en órganos. No existe tratamiento específico para el dengue, y la recombinación de serotipos diferentes del virus incrementa el riesgo de complicaciones severas.
La prevención se presenta como la herramienta más efectiva para combatir la enfermedad. Lizeth Johanna Suárez Piraquive, bacterióloga, insiste en la necesidad de medidas de higiene y limpieza como el lavado de albercas con hipoclorito y el cepillado de paredes cada ocho días para evitar la reproducción del mosquito.
Carlos Trillos, médico epidemiólogo, recalca que "estamos en situación de brote" y subraya la importancia de la prevención a través de medidas como la eliminación de criaderos de mosquitos, fumigación cuidadosa de habitaciones, uso de mosquiteros y protección personal con ropa adecuada.
Andrea Ramírez, profesora de la Universidad de los Andes, enfatiza en la transmisión del dengue por hembras del mosquito Aedes aegypti que buscan alimentarse para reproducirse. La experta recomienda el uso de anjeos o mallas como defensa contra las picaduras y llama la atención sobre la relevancia de las estrategias comunitarias, familiares y sociales para eliminar la presencia del vector.
El cuadro clínico del dengue puede variar, manifestándose a través de la fiebre, el malestar general, y en sus formas más graves, puede conllevar riesgos fatales. Por ello, la detección temprana y el manejo adecuado de los factores de riesgo se convierten en elementos cruciales.
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