Un proyecto de colaboración entre Prosperidad Social y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) está transformando la realidad alimentaria de miles de familias en zonas rurales de Colombia. Esta iniciativa, denominada Unidades Productivas de Autoconsumo, busca empoderar a 9.300 hogares campesinos, indígenas y afrocolombianos para que logren su autosuficiencia alimentaria.
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El programa, que representa una inversión de más de 50.000 millones de pesos, se enfoca en proporcionar los recursos necesarios para que las comunidades puedan producir sus propios alimentos. Los beneficiarios reciben un paquete de insumos valorado en 1.078.600 pesos por hogar, que incluye:
- Semillas de hortalizas, aromáticas, cereales, frutales, leguminosas, musáceas y raíces
- Herramientas como azadones, palines y picas
- Elementos adicionales como polisombras, tanques de almacenamiento de agua y mallas tipo gallinero
Lo que distingue a este proyecto es su enfoque participativo. Las comunidades tienen la libertad de elegir en qué tipo de producción desean enfocarse, adaptando así el programa a sus necesidades y preferencias culturales. Muchas han optado por la avicultura y las huertas caseras como medios para mejorar su seguridad alimentaria.
El programa no se limita a la entrega de insumos. También incluye una serie de encuentros vivenciales donde los participantes intercambian conocimientos y saberes. Estos espacios fomentan el reconocimiento de las costumbres alimenticias locales y proporcionan capacitación sobre técnicas más eficientes de cultivo, con el objetivo de garantizar una producción sostenible durante todo el año.
La iniciativa se está implementando en cinco departamentos clave: Antioquia, Magdalena, Cauca, Bolívar y Chocó. Estas regiones, caracterizadas por su diversidad cultural y étnica, albergan comunidades que históricamente han enfrentado desafíos en términos de seguridad alimentaria.
El proyecto se enmarca en el Acuerdo 687 de 2023, reflejando un compromiso institucional a largo plazo para abordar la problemática del hambre en Colombia. Esta colaboración entre Prosperidad Social y el PMA demuestra cómo la sinergia entre entidades nacionales e internacionales puede generar soluciones efectivas para problemas complejos.
La iniciativa no solo busca proporcionar alimentos a corto plazo, sino también desarrollar capacidades y conocimientos que permitan a las comunidades mantener su seguridad alimentaria de manera autónoma en el futuro. Este enfoque holístico tiene el potencial de generar un impacto duradero en la calidad de vida de las familias beneficiarias.
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