Un esfuerzo conjunto del Grupo de Fiscalización Operativa de Cundinamarca y la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) ha dado como resultado un importante decomiso de licor adulterado en la región. Como parte del operativo, fueron incautadas un total de 4.008 botellas de licor, una acción que refuerza los controles establecidos para proteger la salud pública. Entre los elementos decomisados, se encontraron 504 estampillas que llevaban los logos oficiales de la Gobernación de Cundinamarca y 250 etiquetas de la marca Ultramar Teniente Ron Ambar.
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Luis Armando Rojas, secretario de Hacienda de Cundinamarca, señaló la gravedad del hallazgo, destacando que se encontraron estampillas anuladas pertenecientes a otros productos, así como documentación falsa. "Este operativo es una clara muestra de nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de los cundinamarqueses y bogotanos", subrayó Rojas, enfatizando la importancia de estas acciones para garantizar la legalidad en el mercado de licores.
El licor incautado procedía del departamento de Bolívar y estaba en proceso de ser etiquetado y estampillado de manera ilegal en un vehículo tipo furgón. Este cargamento tenía como destino diversos municipios de Cundinamarca y también Bogotá, lo que indica la amplitud de la red de distribución que fue desarticulada temporalmente.
Durante el operativo, efectuado el lunes 14 de octubre, se decomisaron un total de 4.762 objetos, un golpe significativo para el circuito de licor de contrabando en la región. Este éxito operativo subraya la colaboración efectiva entre las autoridades locales y nacionales para detener actividades ilegales que atentan contra las finanzas y la seguridad del público.
La administración de Cundinamarca está decidida a mantener y reforzar las acciones de vigilancia y control sobre las prácticas ilegales que afectan sus rentas. El combate al contrabando de licores es crucial para asegurar que los recursos del departamento sean destinados a obras y proyectos que mejoren la calidad de vida de sus habitantes.
Este tipo de operativos no solo protegen la integridad física de los consumidores, sino que también contribuyen a la estabilidad económica de Cundinamarca. Las actividades ilegales, como la venta de licor adulterado, impactan negativamente en los ingresos por impuestos, que son fundamentales para el desarrollo regional.
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