En un esfuerzo por abordar el déficit de vivienda urbana en Cundinamarca, el proyecto 'Podemos Casa fase 2' ha capturado la atención de 36 municipios, que han presentado más de 50 predios para su evaluación. Este proyecto ambicioso tiene como objetivo la construcción de más de 7.000 unidades habitacionales, lo que representa una esperanza significativa para miles de familias en la región.
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La respuesta de los municipios ha sido sólida y excede las expectativas iniciales, con más del doble de predios postulados de lo anticipado, según Fabio Ramírez, director de Planeación de la Secretaría de Hábitat y Vivienda. Actualmente, estos terrenos están en proceso de evaluación técnica y jurídica, con la expectativa de que se den a conocer avances positivos en el futuro cercano.
Para que un predio sea considerado en esta iniciativa, debe cumplir con exigentes requisitos técnicos y legales. Entre estos se incluyen la adherencia a normativas urbanísticas, el estudio exhaustivo de títulos de propiedad, la verificación del uso del suelo, la ausencia de amenazas de riesgo y la garantía de disponibilidad de servicios públicos esenciales.
El programa, liderado por el gobernador Jorge Rey, ha establecido un esquema de financiación integral. La Caja de Compensación Familiar juega un papel crucial, aportando hasta 30 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV). Paralelamente, el departamento contribuye con un subsidio de 1,4 SMMLV y ofrece la exención del impuesto de beneficencia en el proceso de escrituración de las viviendas.
Para facilitar el acceso a la vivienda, los beneficiarios tienen la posibilidad de complementar la financiación con recursos propios o mediante créditos hipotecarios. Estos créditos están destinados a viviendas cuyo costo no exceda los 90 SMMLV, asegurando así que la oferta sea accesible y sostenible para los interesados.
Este proyecto representa un pilar fundamental para el desarrollo urbano de Cundinamarca, y su éxito dependerá de la colaboración entre los distintos actores gubernamentales y privados involucrados. La evaluación cuidadosa y el cumplimiento de los criterios establecidos son pasos cruciales en este proceso, asegurando que las viviendas construidas se adapten a las necesidades y expectativas de las comunidades.
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