Un vanguardista y ambicioso proyecto destinado a la restauración de los ecosistemas de alta montaña que abastecen de agua a Bogotá y la región central del país ha sido lanzado, con una inversión superior a los 90.000 millones de pesos. Esta iniciativa abarca la intervención de 9.000 hectáreas en los páramos de Chingaza, Sumapaz, Guacheneque y Guerrero, involucrando a la comunidad y expertos en conservación.
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La RAP-E Región Central, en conjunto con la ONG Conservación Internacional Colombia y la Gobernación de Cundinamarca, lidera este esfuerzo. Estará en desarrollo durante los próximos 30 meses y beneficiará a más de 10.600 habitantes y sus familias en 14 municipios de Cundinamarca, dos del Meta y además a la capital, Bogotá.
"El proyecto tiene dos ejes principales: ordenar el territorio alrededor del agua y adaptarse al cambio climático. En los últimos años, hemos visto transformaciones peligrosas debido a la expansión agrícola y la falta de cuidado de los páramos," mencionó Ricardo Agudelo, gerente de la RAP-E Región Central. Este plan ha obtenido el visto bueno del Ministerio de Ambiente mediante el Fondo para la Vida y la Biodiversidad.
En la región central de Colombia se encuentran 18 de los 36 páramos del país, lo que representa el 50% de estos ecosistemas a nivel nacional. Las intervenciones se enfocarán en:
- Zipaquirá, Tausa, Cogua, Villapinzón, Sesquilé, Guatavita, Choachí, Guasca, La Calera, Ubaque y Fómeque (Cundinamarca)
- San Juanito y El Calvario (Meta)
"Este trabajo es crucial para el componente ambiental del Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia, potencia mundial de la vida’ y para la planificación tanto de Bogotá como de los departamentos", añadió Agudelo. Cabe destacar que el 70% del agua consumida en Bogotá y la Sábana proviene del páramo de Chingaza, siendo el resto suministrado por Sumapaz y Guerrero. La crisis hídrica reciente motivó aún más la necesidad de esta iniciativa.
El proyecto tiene tres metas fundamentales:
1. Formulación del Plan de Manejo del Parque Natural Regional Vistahermosa Monquentiva: Ubicado en Cundinamarca, este plan busca garantizar el acompañamiento y registro de 30 nuevas reservas naturales de la sociedad civil y sus planes de manejo.
2. Encuentros sociales e intercambios de experiencias: Se realizarán múltiples encuentros con comunidades campesinas y urbanas para firmar acuerdos socioambientales de protección y cuidado de la alta montaña.
3. Gestión sostenible y restauración de áreas degradadas: Incluye acuerdos prediales y la implementación de prácticas agropecuarias amigables con el medioambiente.
El éxito del proyecto también dependerá significativamente del apoyo de las comunidades locales y las alcaldías involucradas, quienes poseen un valioso conocimiento del territorio. "La cooperación de los habitantes locales es esencial, ya que ellos han encabezado varias iniciativas para proteger estos ecosistemas," mencionó Agudelo.
Un aspecto crítico del proyecto es la creación de políticas públicas que dignifiquen el trabajo campesino, destacando el papel vital de estos trabajadores en la conservación de los páramos. "Necesitamos fortalecer los sistemas de gobernanza territorial y la gestión social comunitaria en alta montaña," agregó.
Este esfuerzo también está vinculado con el plan de abastecimiento alimentario de la región central, cuyo objetivo es mejorar la comercialización de productos agrícolas y reducir los intermediarios entre productores y consumidores. Esto busca incrementar los beneficios económicos para los campesinos y reducir el desperdicio de alimentos, que actualmente se estima en un 45%.
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