Ante la repercusión de las lluvias intensas, las autoridades de Bogotá han registrado un total de 53 emergencias atendidas en diversas localidades, información suministrada por el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER). Este sistema de respuesta se ha activado sin que se hayan registrado solicitudes de ayuda humanitaria ni el levantamiento de actas de evacuación o restricción.
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La acción coordinada se ha fortalecido mediante dos Puestos de Mando Unificado (PMU) que han permitido la colaboración entre diferentes entidades del distrito. Entre las incidencias reportadas, se destacan incidentes en arbolado, afectaciones en redes de servicio público y casos puntuales de inundaciones, encharcamientos y movimientos en masa por efecto de la lluvia.
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En una descripción detallada de la distribución de incidentes, se observa que:
• Suba presenta la mayor incidencia con 24 casos.
• Engativá sigue con 15 eventos registrados.
• Usaquén y Chapinero acumulan tres casos cada uno.
Adicionalmente, otros sectores afectados son Fontibón, Santa Fe, Tunjuelito, Bosa, Kennedy, Teusaquillo y Rafael Uribe Uribe, cada uno con un incidente aislado.
El IDIGER ha reforzado el llamado a la población, resaltando la importancia de adoptar medidas preventivas ante estos eventos meteorológicos. Entre estas recomendaciones se encuentra evitar zonas de riesgo, abstenerse de arrojar basura en las calles para evitar bloqueos en el sistema de alcantarillado, y realizar inspecciones en tejados y estructuras bajas de las viviendas. Además, se aconseja conducir con precaución en áreas donde las lluvias en intensidad puedan afectar la visibilidad o el estado de las carreteras.
En el departamento de Cundinamarca, se han identificado crecientes súbitas en municipios como Sasaima, Villeta, Útica y Pacho, lo que ha incidido en el aumento de niveles de ríos, en particular el río Dulce y el río Negro. Se ha informado que algunos barrios han experimentado inundaciones que han llevado a la activación de los protocolos de atención establecidos por las autoridades locales.
En Sasaima, el comportamiento del río ha mostrado una disminución de niveles, lo que está siendo interpretado como un alivio en el manejo de la emergencia. Por su parte, en Villeta la creciente transcurrió sin causar daños relevantes, lo que ha permitido continuar con las labores de monitoreo.
El municipio de Útica ha llevado a cabo la verificación del río Negro, cuyos altos volúmenes de agua han requerido una constante supervisión para prevenir complicaciones mayores. Esta medida busca garantizar la seguridad de los habitantes en zonas propensas a desbordes.
Finalmente, en Pacho se han registrado inundaciones en el barrio San José, donde la intervención conjunta de Bomberos, la comunidad, la Alcaldía y la Policía ha permitido una respuesta efectiva ante la emergencia. Tanto el IDIGER como las autoridades departamentales han colocado a estas áreas en un estado de alerta, manteniendo un monitoreo continuo y actualizando la información conforme la situación se desarrolle.
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