En un esfuerzo por salvaguardar el suministro de agua para la capital colombiana, el Gobierno Nacional ha anunciado una inversión de 80.000 millones de pesos destinados a fortalecer la restauración ecológica y la reconversión productiva en el corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero. Esta zona, que comprende las cuencas alta y media del río Bogotá, es la principal fuente de abastecimiento hídrico para la ciudad.
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La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dio a conocer esta iniciativa durante la instalación de una mesa técnica conformada por diversas entidades gubernamentales y regionales, incluyendo la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía Mayor de Bogotá y el propio Ministerio de Ambiente. El objetivo de esta mesa es definir un plan de acción integral para hacer frente a la escasez de agua en la región.
La inversión, que se canalizará a través del Fondo para la Vida, busca no solo proteger los ecosistemas y la biodiversidad de la zona, sino también promover prácticas productivas sostenibles que contribuyan a la conservación de los recursos hídricos. Esta apuesta por la restauración ecológica y la reconversión productiva se perfila como una estrategia clave para garantizar la seguridad hídrica de Bogotá a largo plazo.
Sin embargo, la ministra Muhamad advirtió que, debido a los impactos del cambio climático, Colombia debe permanecer en alerta por el suministro de agua hasta el año 2025. Aunque no se prevé un racionamiento permanente, se espera que la situación de escasez persista al menos durante el presente año y el próximo, hasta que arribe la siguiente temporada de lluvias.
Para hacer frente a este desafío, el Ministerio de Ambiente ha propuesto una serie de lineamientos ambientales específicos para la Sabana de Bogotá, los cuales serán socializados próximamente. Estos lineamientos buscan:
1. Hacer explícitos los límites ambientales en el ordenamiento territorial de la región.
2. Establecer zonas de protección agrícola en coordinación con el Ministerio de Agricultura.
3. Promover un consenso entre actores y sectores para frenar la expansión urbana descontrolada.
La ministra también destacó que el déficit de agua en el embalse de Chuza, responsable del 70% del abastecimiento de la región, se ha agravado en los últimos tres años debido a un contexto global sin precedentes. El aumento sostenido de la temperatura promedio del planeta y el calentamiento prolongado de los océanos desde 2023 han contribuido a este fenómeno.
Ante este panorama, el Gobierno Nacional ha expresado su respaldo al plan integral de la cuenca del Río Bogotá presentado por la CAR Cundinamarca. Este plan contempla diversas medidas, entre las que se destacan:
1. La restauración ecológica como eje central para mejorar la capacidad de los ecosistemas.
2. La promoción de procesos de reutilización del agua.
3. El aprovechamiento sostenible del agua subterránea como sistema de soporte.
La inversión de 80.000 millones de pesos en el corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero representa un paso significativo en la protección del recurso hídrico vital para Bogotá. No obstante, el éxito de esta iniciativa dependerá de la articulación efectiva entre las distintas entidades involucradas y de la participación activa de la ciudadanía en la adopción de prácticas responsables de consumo y conservación del agua.
En un contexto de cambio climático y creciente presión sobre los recursos naturales, la apuesta por la restauración ecológica y la gestión integral de las cuencas hidrográficas se perfila como un camino ineludible para garantizar la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades. El anuncio del Gobierno Nacional es un paso en la dirección correcta, pero el desafío de asegurar el abastecimiento de agua para Bogotá requerirá un compromiso sostenido y una visión de largo plazo.
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