Un incidente ocurrido en Bogotá ha suscitado un debate significativo sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades policiales, destacando la importancia de la transparencia y la responsabilidad en los procedimientos. Un joven, que se identificó como Sebastián, denunció que fue agredido por una patrullera de la Policía Nacional, quien supuestamente lo golpeó con un bolillo durante un operativo el pasado 15 de octubre de 2024. Este acontecimiento atrajo atención pública tras la publicación de un video el 1 de enero de 2025, debido, según Sebastián, a sus temores de represalias.
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El relato de Sebastián en el noticiero de CityTv detalla que la confrontación comenzó cuando la agente le solicitó poner un bozal a su mascota. Frente a la grabación que estaba realizando el joven, la patrullera habría reaccionado con violencia, propinándole un golpe en la cara. Luego, el joven relató que fue retenido por cerca de dos horas, tiempo durante el cual su teléfono móvil fue confiscado.
Sebastián relató que, durante la retención, intentó recuperar su dispositivo, pero la patrullera le condicionó la devolución, advirtiéndole que debía acudir al CAI (Comando de Atención Inmediata) antes de las nueve de la noche. Manifestó también que, además del golpe, sufrió lesiones faciales que afectaron su visión, generando una profunda desconfianza hacia las autoridades. Este episodio aparentemente ha influido en su percepción de seguridad, incidiendo en su comportamiento cotidiano.
El joven mencionó que ha sido informado por residentes del sector que no sería la primera vez que la patrullera actúa de manera inapropiada. Ante esta situación, Sebastián señaló que prefiere evitar interacciones con la uniformada. Este tipo de testimonios y relatos dan cuenta de una percepción comunitaria que podría estar afectando la confianza en la autoridad local.
La divulgación del video en redes sociales provocó que el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se pronunciara al respecto, instando a las autoridades policiales a realizar una investigación exhaustiva. En un comunicado, enfatizó la necesidad de aplicar las sanciones correspondientes y aseguró que el gobierno distrital se mantendrá vigilante del seguimiento de este caso.
La respuesta de la Policía Metropolitana de Bogotá fue inmediata, ordenando una investigación disciplinaria sobre la patrullera involucrada. Mediante un comunicado, la institución rechazó enérgicamente cualquier uso desmedido de la fuerza y reafirmó su compromiso con la integridad y la transparencia en sus actividades.
En el video, que rápidamente circuló por diversas plataformas digitales, se observa a la patrullera exigiendo a Sebastián que dejara de grabar, usando palabras ofensivas y amenazantes. La Policía Nacional aseguró que, aunque el caso salió a la luz pública meses después de haber ocurrido, se están tomando medidas para garantizar que todos los procedimientos sigan los principios institucionales adecuados.
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