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Cayó “La Zorra”: Lo acusan de secuestro y extorsión en Fusagasugá, Arbeláez y Tibacuy

por: Omar Gamboa

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Alias “La Zorra” sería responsable de  extorsión, secuestro. Habría sido integrante clave de “Los Galleros”, una organización criminal desmantelada por la Policía Cundinamarca en reciente trabajo de inteligencia a manos del Gaula

Sobre los resultados de este trabajo se supo oficialmente desde la departamental del cuerpo uniformado. En comunicación suministró aspectos generales de los procedimientos contra la delincuencia en el Sumapaz y Tequendama, las zonas en las cuales esa banda había sido muy activa.

Por largos meses y luego de alcanzar los primeros indicios de la organización criminal mediante denuncias de las víctimas, inteligencia de la Policía activó los procedimientos correspondientes.

Detectó que se trataba de una peligrosa y activa banda responsable de varios hechos, la mayoría de ellos mediante la modalidad de falso servicio en Fusagasugá, Arbeláez, Tibacuy y Tocaima.  Los sabuesos no descartan que también sean autores de hechos similares en Soacha, Sibaté y algunas poblaciones más en Cundinamarca.

La Zorra habría participado en extorsión y secuestro

Varias fueron las evidencias encontradas por las unidades del Gaula contra la banda a la cual pertenecía “La Zorra”. Pudieron argumentar las acusaciones contra todo el grupo, razón por la cual la justicia les impartió ordenes de captura a comienzos de junio.

Entonces, pudieron confirmar que “Los Galleros” habían escogidos varios municipios de las Provincias del Sumapaz, Tequendama y centro de Cundinamarca para escoger sus víctimas.

Los trabajos fueron emprendidos por unidades especializadas contra el secuestro en la Policía, en trabajo conjunto con la Fiscalía y el Ejército Nacional.

En primera instancia lograron establecer que la organización criminal actuaba preferencialmente en municipios como Arbeláez, Tocaima, Tibacuy y Fusagasugá. Se hacían pasar como empresarios interesados en contratar servicios especiales para atraer sus víctimas a la embocada mediante la cual los secuestraban.

Luego, llamaban a sus familiares para exigirles gruesas sumas de dinero por su liberación. Por ahora y fuera del entorno de las autoridades no ha sido posible conocer el número de casos de los cuales son responsables.

Investigaciones de fondo

Dentro de sus trabajos, los sabuesos establecieron el modus operandi. Alcanzaron versiones de los afectados quienes narraron de qué manera habían sido conducidos a la celada.  Una vez en el sitio de la aparente cita de trabajo, los plagiados eran encerrados dentro de un vehículo.

Ya bajo su dominio, les advertían que pertenecían a una organización irregular bajo cuya sombra actuaban para sembrar terror. Bajo amenazas, obtenían información de los familiares de las víctimas para exigirles dinero a cambio de su liberación. Tras recibir el pago, robaban las pertenencias y el vehículo de los secuestrados.

Meses después y como resultado de intenso trabajo investigativo, el Gaula logró las pruebas suficientes para ponerlos tras las rejas. Así, con órdenes de captura en mano procedieron a la detención de los identificados como componentes de la banda conocida en el bajo mundo como “Los Galleros”.

En esas acciones fueron detenidos, en junio pasado,  Nelson Rodrigo Z. R., alias “Gallero” quien actuaba como el líder de la organización.  Junto a él fueron aprehendidos  Jhon Alexander G. M., alias “Montaña”; Wilinton Mario G., alias “Will”; y Angel Maria G. C., alias “El Gordo”. Estas detenciones se sumaron a otras tres realizadas anteriormente en la vereda La Aguadita, municipio de Fusagasugá, donde se logró la liberación de dos constructores que estaban siendo secuestrados.

Durante estos operativos, las autoridades incautaron dos armas de fuego, munición, siete teléfonos celulares y cinco radios de comunicación.

Captura de “La Zorra”

El último hombre de la bandola, quien había logrado esquivar la acción de la Policía, finalmente cayó en poder de los uniformados como punto concluyente de un trabajo de largo aliento.

Últimamente se mostraba como transportador informa en Arbeláez, posiblemente con el propósito de ocultar su pasado y participación en hechos al margen de la Ley.

En su contra pesan cargos relacionados con secuestro extorsivo, concierto para delinquir, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones y hurto.

Con él dieron mediante persecución que cobró intensidad los últimos dos meses. Los detectives acudieron a fuentes humanas, realizaron numerosas entrevistas y cumplieron procesos de reconocimiento fotográfico.

Mediante esas últimas tareas comprobaron que, en efecto, “La Zorra” era “la persona que recibía a las víctimas en el perímetro urbano, haciéndose pasar por empleado de la finca. Posteriormente los entregaba a los demás integrantes del grupo delincuencial”. Ese era su rol dentro de la empresa criminal.

Ya enfrentado a la justicia colombiana, el Juez encargado del caso le dictó medida de aseguramiento, decisión que incluyó su confinamiento en la Cárcel Modelo de Bogotá. Había sido capturado en una calle de Fusagasugá mediante bien calculado operativo del Gaula que diseñó un plan impidiendo una reacción peligrosa del acusado.