La liberación de Luis Manuel Díaz, conocido cariñosamente como "Mane Díaz" entre los habitantes de Barrancas, La Guajira, marca un hito en lo que se ha convertido una de las historias más seguidas tanto en Colombia como en el extranjero. El padre del destacado futbolista Luis Díaz, figura tanto en el panorama nacional como internacional, estuvo privado de su libertad durante 12 angustiantes días. Este evento, que escaló hasta los niveles gubernamentales y atrajo la atención de organizaciones internacionales, concluyó con su retorno a la libertad gracias a la decisión del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La tarde del 28 de octubre de 2023, cuando Colombia se preparaba para las elecciones regionales, el ELN ejecutó un meticulosamente planificado secuestro, que según el periodista Jacobo Solano Cerchiaro, se venía gestando desde junio. Díaz y su esposa, Cilenis Marulanda, se dirigían a una reunión política cuando fueron interceptados en una gasolinera. Tras ser encañonados, los secuestradores los tomaron como rehenes; sin embargo, Marulanda fue liberada kilómetros más adelante, y Luis Manuel Díaz fue entregado al ELN.
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El arduo viaje de Mane Díaz, que incluyó tres días de travesía a pie, cambuches improvisados como refugio y una dieta basada en lo que la selva podía ofrecer, evidencia la adversidad que enfrentó. Su travesía de más de 70 kilómetros por la Serranía de San Pedro culminó en Villa del Rosario, Venezuela.
El operativo para su liberación fue un despliegue de estrategia y cooperación internacional. En una dinámica que puso a prueba la capacidad de las autoridades y la eficacia de las medidas de seguridad, la Misión de la ONU en Colombia jugó un papel crucial al recibir a Luis Manuel Díaz tras su liberación. Se destaca el papel de alias Patricia, figura clave en la custodia de Díaz en territorio venezolano, como muestra de la complejidad en las jerarquías guerrilleras del ELN.
Aunque cierta información sobre los perpetradores y sus identidades, así como el proceso detrás del secuestro, ha salido a la luz, es prudente mencionar que las autoridades no han confirmado oficialmente estos detalles. Se presume que entre los secuestradores se encuentran ciudadanos colombianos y venezolanos, y aunque el cerebro detrás del crimen parece haber sido capturado, esto aún permanece en el terreno de lo extraoficial.
La liberación de Luis Manuel Díaz no solo devuelve la esperanza a su familia y seres queridos, sino que representa un oasis de tranquilidad en medio de un panorama político y social que continúa desafiando a Colombia y sus instituciones. La comunidad nacional e internacional celebra este desenlace positivo, consciente de las arduas pruebas que aún enfrenta el país en su búsqueda de paz y estabilidad.
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