Las intensas lluvias que han golpeado el departamento de Cundinamarca desde el inicio del 2025 han ocasionado efectos significativos en varios municipios. Chía, Madrid y Soacha figuran entre los más perjudicados por las inundaciones, que han provocado inconvenientes en viviendas y el colapso de sistemas de alcantarillado.
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En Chía, las veredas de Fonquetá y Cerca de Piedra, junto con una sección del Resguardo Indígena, se declararon en emergencia tras las fuertes precipitaciones. Varias viviendas resultaron comprometidas, lo que llevó a la administración municipal a convocar una reunión extraordinaria con Gestión del Riesgo.
La respuesta del gobierno local incluyó medidas específicas para enfrentar la situación. Se decidió realizar limpieza y desinfección en las viviendas afectadas, permitiendo a las 11 personas damnificadas de cuatro familias regresar a sus hogares a la brevedad, al no haberse detectado daños estructurales.
En Madrid, el escenario fue similar, con inundaciones severas en los sectores de El Sosiego, Centro y Primera de Mayo. Estas áreas sufrieron el colapso del sistema de alcantarillado, exacerbando los problemas generados por las precipitaciones extraordinarias.
Soacha también enfrentó estragos considerables causados por el exceso de lluvia. Los barrios de Compartir, Danubio y Terreros reportaron inundaciones en viviendas y un colapso completo del sistema de alcantarillado, afectando significativamente la vida cotidiana de los residentes.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha emitido un informe en el que prevé que este episodio de lluvias podría cesar hacia el mes de febrero de 2025. Esta previsión ofrece esperanza a las comunidades afectadas, que aguardan el alivio de las condiciones climáticas adversas.
Este periodo ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las administraciones locales ante eventos meteorológicos extremos. Las lluvias han resaltado la necesidad de una planificación más robusta en la gestión del riesgo para mitigar futuros impactos.
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