La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha levantado la alerta de prevención en la zona rural de Bogotá, gracias a una notable mejora en la calidad del aire. Esta decisión se basó en el descenso de los niveles de material particulado (PM 2.5) registrado en la estación Bogotá - Mochuelo.
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El sistema de monitoreo de la CAR ha detectado una reducción significativa en las concentraciones de materiales contaminantes. La calidad del aire ha alcanzado niveles aceptables, permitiendo la eliminación de las medidas preventivas que estaban vigentes.
Las lluvias y el aumento de la humedad en los últimos días han sido factores clave en esta mejora. Estas condiciones climáticas han favorecido la dispersión de partículas contaminantes, creando un entorno más saludable y respirable para los habitantes de la región. Según los pronósticos, estas condiciones favorables se mantendrán en el corto plazo.
Es fundamental recordar que el monitoreo de la calidad del aire se basa en la medición de partículas PM10 y PM2.5. El PM10 incluye partículas sólidas o líquidas como polvo, cenizas, y polen que miden 10 micrómetros o menos. En contraste, el PM2.5 está compuesto por partículas extremadamente finas de 2.5 micrómetros o menos, lo que las hace 100 veces más delgadas que un cabello humano.
La CAR ha solicitado a la comunidad y a la alcaldía Local de Ciudad Bolívar que mantengan las medidas de precaución necesarias, a fin de asegurar que las mejoras en la calidad del aire se sostengan en el tiempo. Esta colaboración es esencial para consolidar un entorno más saludable y libre de contaminación.
Además de estas recomendaciones, la CAR insta a los ciudadanos a ser conscientes y proactivos en la protección del medio ambiente. Medidas simples como reducir el uso de vehículos particulares, optar por el transporte público y evitar la quema de residuos pueden tener un impacto significativo en la calidad del aire.
El levantamiento de la alerta es un paso positivo, pero la vigilancia y el compromiso comunitario siguen siendo cruciales. La labor de las autoridades, junto con la cooperación de los ciudadanos, será determinante para mantener la calidad del aire en niveles seguros y aceptables.
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