La presencia de vendedores informales en el sistema de transporte TransMilenio en Bogotá es un fenómeno que se ha consolidado a lo largo de los años. Desde comerciantes ambulantes de comida, ropa y accesorios hasta artistas que embellecen el viaje con sus actuaciones, estos vendedores han encontrado en las estaciones y buses un espacio para desempeñar su labor. Sin embargo, la administración del alcalde Carlos Fernando Galán ha incluido este tema en el Plan de Desarrollo, planteando la necesidad de regular esta actividad para enfrentar retos de seguridad y operativos del sistema.
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El pasado viernes, un grupo considerable de vendedores informales manifestó su preocupación a las afueras del Concejo, temiendo que nuevas medidas amenacen su modo de vida. En respuesta, el Instituto para la Economía Social (Ipes) anunció la creación de mesas de diálogo con este grupo, que comenzarán el miércoles, 12 de junio. Esta iniciativa pretende escuchar y buscar soluciones conciliadoras para todos los implicados.
Datos y Desafíos del Sector
Según declaraciones de Armando Suárez, uno de los líderes del gremio, este colectivo ha enfrentado dificultades durante más de 38 años, con muchas de sus mercancías confiscadas y con la sobrevivencia de numerosas familias en juego. Entre los afectados se encuentran personas con discapacidades, ancianos, madres cabeza de hogar, y otros grupos vulnerables.
El artículo 36 del Plan de Desarrollo especifica que todas las entidades distritales con competencias relacionadas deben participar activamente en actividades dentro de estaciones y portales para mitigar los factores que afectan la seguridad del sistema y reducir los riesgos operativos. Según datos del Ipes, entre junio de 2020 y diciembre de 2023, Bogotá cuenta con 14.298 vendedores informales, distribuidos principalmente en las localidades de Santa Fe, Bosa y Kennedy.
Mauro Palta, director encargado de la entidad, indicó que actualmente se está caracterizando específicamente a esta población dentro del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
Opiniones Divididas en el Concejo
El nuevo artículo ha generado controversia en el Concejo. Algunos concejales del Pacto Histórico, como Heidy Sánchez, expresaron su desacuerdo, argumentando que la medida podría incentivar la persecución de los vendedores informales, quienes en su mayoría son sujetos de especial protección. Sánchez también argumentó que el artículo no aborda la raíz del problema, sino que simplemente desplaza a los vendedores a otras áreas o empeora sus condiciones de vida.
En contraste, otros concejales apoyaron la medida. Juan David Quintero, del Nuevo Liberalismo, señaló que la presencia masiva de vendedores informales obstaculiza el acceso de los usuarios al sistema, por lo que es crucial buscar una "solución integral" para formalizar a estos comerciantes y mejorar el servicio de transporte público. Julián Espinosa, del partido Alianza Verde, sugirió la posibilidad de convertir a los vendedores en aliados para mejorar la seguridad dentro del sistema de transporte público, aunque aclaró que aún no se ha definido una estrategia precisa para implementar esta idea.
Estrategias y Colaboraciones del Distrito
En este contexto, Palta explicó que el Ipes busca dialogar con los vendedores informales y ofrecerles programas de formalización y capacitación. Una de las propuestas incluye trasladar a los vendedores a otros sitios o brindarles formación para que puedan establecer sus propios negocios formales.
Sin embargo, Palta identificó varios desafíos en esta labor. Muchos vendedores informales son “geoestacionales”, es decir, se desplazan constantemente entre buses y estaciones, lo que dificulta su establecimiento en un lugar fijo. Adicionalmente, una parte significativa de esta población es migrante, lo que requiere la colaboración de Migración Colombia para que el Distrito pueda ofrecerles ayuda formal.
Entre estos vendedores informales también se encuentran artistas y músicos, cuyo modo de trabajo es distinto y, por lo tanto, necesitan la intervención de entidades como la Secretaría de Cultura o el Instituto Distrital de las Artes (Idartes).
Además, Palta enfatizó que el éxito de estas medidas depende en gran medida de la voluntad de los vendedores para acogerse a ellas. No tienen la autoridad para ordenarle a un vendedor que se retire de un lugar, por lo cual se necesita la colaboración de entidades como la policía, las alcaldías locales y el Departamento Administrativo de La Defensoría Del Espacio Público (Dadep).
Hacia una Solución Colaborativa
El director del Ipes reconoció la complejidad de la situación y la falta de competencias y recursos suficientes para abordar el problema de manera integral. Por esta razón, propuso la formación de una mesa de trabajo que incluya a diversos actores con el objetivo de lograr acuerdos y soluciones concertadas.
Con esta perspectiva, las mesas de diálogo con los vendedores que comenzarán el 12 de junio se vislumbran como un paso importante hacia la búsqueda de soluciones que beneficien tanto a los vendedores informales como a los usuarios del sistema de transporte.
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