En medio de la creciente preocupación por el incremento de casos de fiebre amarilla en diferentes regiones del país, las autoridades ambientales de Cundinamarca han reiterado la importancia de los primates silvestres en la detección temprana de la enfermedad. La Corporación Autónoma Regional (CAR) subraya que estos animales, lejos de representar un riesgo para la salud humana, cumplen la función de especie centinela en la identificación de focos virales. Esta estrategia de monitoreo ambiental aporta datos valiosos para establecer medidas preventivas antes de que la enfermedad se consolide en áreas pobladas. La información difundida mantiene coherencia con las recomendaciones oficiales y destaca la necesidad de un enfoque preventivo basado en el respeto al medio ambiente y la salud pública.
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La argumentación presentada por la CAR clarifica que la transmisión del virus de fiebre amarilla no se produce a través de los monos, sino mediante la acción de mosquitos pertenecientes a los géneros Sabethes y Aedes. El virus se disemina cuando los mosquitos, previamente contaminados tras picar a individuos infectados, transmiten el patógeno al pasar a picar a personas sanas. Esta aclaración resulta fundamental para evitar malentendidos en la opinión pública y para que las estrategias de educación sanitaria se orienten hacia la comprensión correcta de la cadena trasmisora y la prevención basada en la descontaminación del vector.

El mensaje ofrecido por expertos de la CAR enfatiza que, al actuar como reservas naturales del virus, los primates permiten identificar zonas de riesgo de manera oportuna. Su alta sensibilidad ante el virus convierte a estos animales en indicadores precisos para la activación de protocolos de respuesta sanitaria. Las autoridades de salud pública han diseñado estrategias integradas que incluyen la vacunación y el control del mosquito transmisor, lo que posibilita la mitigación de posibles brotes. Así, el rol de los primates se enmarca dentro de un sistema de vigilancia epidemiológica que fortalece la capacidad de respuesta ante emergencias en salud.
La CAR ha establecido varias recomendaciones dirigidas a la ciudadanía para asegurar la correcta convivencia con la fauna silvestre. Entre los lineamientos fundamentales se encuentran:
• Evitar la atracción intencionada de primates utilizando alimentos, ya que esta práctica altera su comportamiento natural y puede impactar negativamente su salud.
• Mantener distancia al encontrarse con monos, especialmente si se observan heridos o muertos, para prevenir incidentes y permitir una intervención oportuna.
• Reportar cualquier hallazgo de primates en situación de vulnerabilidad a la Línea de Atención de Fauna Silvestre al número 316 524 4031, garantizando así la llegada de un equipo especializado para gestionar la situación de acuerdo con el protocolo establecido.

Dentro del marco preventivo, el informe también recomienda que la población se abstenga de interferir en el comportamiento natural de los primates, ya que cualquier alteración en su dinámica podría afectar la precisión del monitoreo de la fiebre amarilla. Además, se recalca la importancia de respetar las señales de la naturaleza, lo cual contribuye a una detección ambiental temprana que permite a las autoridades activar medidas de control y prevención. La intervención oportuna es esencial para limitar la propagación del virus y proteger a la comunidad en general.
Asimismo, la CAR ha reiterado que la vacunación sigue siendo la medida más eficaz para prevenir la enfermedad. Se recomienda a las personas que viajan a zonas endémicas que se apliquen la vacuna al menos 10 días antes de su partida, garantizando la inmunidad necesaria para evitar contagios. Es importante destacar que una única dosis ofrece protección de por vida, lo que demuestra la efectividad de esta estrategia preventiva. De igual modo, las autoridades sanitarias invitan a quienes presenten síntomas como fiebre alta, dolores musculares y malestar general a buscar atención médica inmediata.
Las medidas preventivas y los protocolos de control del mosquito transmisor son parte integral de la estrategia de salud pública en la región. Entre estas estrategias se encuentran:
• Campañas de vacunación dirigidas a poblaciones en riesgo.
• Proyectos de control y erradicación de criaderos de mosquitos en áreas vulnerables.
• Programas educativos para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de mantener un entorno limpio que minimice el riesgo de infestaciones.
La estrategia implementada por la CAR constituye un ejemplo de abordaje integral, ya que combina la protección de la fauna silvestre con acciones preventivas dirigidas a la ciudadanía. Estos esfuerzos coordinados permiten contar con información precisa que favorece la toma de decisiones en el ámbito de la salud pública, aportando a la reducción de riesgos y potenciando la respuesta rápida ante posibles brotes. La integración de estas medidas es clave para mantener a la comunidad informada y segura.
Finalmente, el enfoque adoptado por las autoridades ambientales resalta que la prevención de la fiebre amarilla es responsabilidad compartida entre el Estado y la ciudadanía. El monitoreo ambiental mediante especies centinela, como los primates, se consolida como una herramienta fundamental para la detección temprana y la implementación de medidas oportunas.
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