La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha emitido un mensaje contundente dirigido a la comunidad: durante las festividades navideñas y de fin de año, es crucial evitar el uso de pólvora, dada su nociva repercusión sobre la fauna, tanto silvestre como doméstica. Este llamado a la conciencia emerge a medida que se acercan estas fechas tan especiales, tradicionalmente asociadas con espectáculos pirotécnicos.
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El uso de fuegos artificiales, si bien es una práctica profundamente arraigada en las celebraciones culturales, representa un riesgo significativo para los animales. Entre las principales consecuencias se encuentran el estrés extremo que sufren muchas especies, la desorientación que lleva a fugas y, en algunos casos, a lesiones físicas debido al ruido ensordecedor y los restos de pólvora que quedan en el ambiente.
Diversas especies se ven afectadas de manera diferente. Las aves, por ejemplo, experimentan un nivel de estrés tal que puede alterar su comportamiento de vuelo, ocasionando el abandono de sus nidos y dejando a sus polluelos en situación vulnerable. Los mamíferos, al estar expuestos a sonidos repentinos y ensordecedores, tienden a huir de sus refugios, exponiéndose a peligros como accidentes o enfrentamientos con depredadores.
Asimismo, no se pueden ignorar los efectos sobre la fauna acuática. Peces y anfibios sufren debido a la contaminación de sus hábitats naturales, ya que los residuos químicos de la pirotecnia contaminan las aguas, afectando su calidad y poniendo en riesgo la vida acuática.
Juan Esteban Ardila, Veterinario del grupo de rescate y rehabilitación de fauna de la CAR, destacó la importancia de una convivencia armónica. "Abogamos por una celebración consciente que integre a toda la familia, incluida nuestra fauna. Recordemos que estas criaturas también experimentan sus propias dinámicas familiares," señaló.
Para celebrar de manera que no comprometa el bienestar animal, la CAR sugiere alternativas como la implementación de sistemas de iluminación creativos y artísticos, disfrutar de juegos y actividades de integración social, y optar por música a un volumen moderado en lugar de la tradicional pólvora.
Además, es fundamental tener presente que, en muchas regiones de Colombia, el uso de pirotecnia está regulado. Normas como el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016), la Ley 1333 de 2009, y el Decreto Ley 2811 de 1974, establecen restricciones claras para proteger los recursos naturales y la fauna silvestre del país, buscando minimizar los impactos negativos de estas prácticas.
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