A 43 subió el número de accidentados con el uso de juegos pirotécnicos en Cundinamarca. Según el Instituto Nacional de Salud, a nivel nacional son 930 las personas afectadas por la misma causa.
De la novedad se supo mediante reporte de las autoridades de salud, quienes no le bajaron tono a su preocupación por el elevado porcentaje de lesionados con pólvora entre diciembre y 1 de enero.
Para el caso de Cundinamarca, Soacha y Zipaquirá (con 4 cada uno), se constituyen en los municipios con mayores afectaciones. Les siguen Fusagasugá y Facatativá (con tres por ciudad) las poblaciones con tasas más altas de heridos reportados entre el mismo período.
Les siguen, con dos cada uno, Chocontá, Girardot, Madrid, Mosquera, Sibaté y Villeta. Una sola persona lesionada con pólvora registran Arbeláez, Cabrera, Cajicá, Cota El Rosal, Fosca, Funza, Guayabetal, Junín, la Mesa, La Peña, Lenguazaque y Pacho.
Con el mismo número figuran Paime, San Bernardo, Tocancipá y Villapinzón.
Quemados con pólvora a nivel nacional
Por entidades territoriales, Nariño (135), Antioquia (86), Bogotá (80), Tolima (64), Córdoba y Norte de Santander (52), Cauca (46), Santander (44), Valle (38) y Huila (28) son las zonas más afectadas.
De la totalidad de los lesionados con juegos pirotécnicos (930), 660 (71.2%) resultaron accidentadas mientras manipulaban los artefactos. A su vez, otro 19.2% corresponde a personas que presenciaban o se hallaban cerca de las explosiones.
En cuanto a la clase de afectación, el 91.6% (870) salieron quemados; con laceraciones el 63% y con contusiones el 26.5%.
Materiales peligrosos
Los totes (con el 29.4% de los casos) sigue siendo el artefacto que ocasiona mayores problemas dentro de la población, particularmente los niños. Les siguen los voladores (18%), los cohetes (9.1%), volcanes (6.3%) y los conocidos pitos (1.6%).
Para las autoridades, en medio del drama que todo lo anterior significa, hecho lamentable lo constituye las lesiones de que son víctimas los menores de edad. Según las estadísticas, 299 (cerca del 30%) son jovencitos y niños, una cifra alta considerando las advertencias de las autoridades.
En cuanto a víctimas fatales, a la fecha fue reportado un caso ocurrido en el pasado miércoles 28 de diciembre, Día de los Inocentes. Un joven murió de forma instantánea luego que estallara una caja con pólvora que movilizaba en una motocicleta. El caso se presentó en zona urbana de Riosucio, Caldas.
- Le puede interesar: Cundinamarca, entre los departamentos que sufrirían emergencias por temporada seca
Su compañero de viaje, el conductor, se encuentra grave en un centro asistencial de la zona.
Daño ambiental
Quienes no han podido cuantificar las afectaciones son los animalistas y ecologistas. Dicen que resulta materialmente “imposible” medir los daños causados a las mascotas y fauna silvestre.
“La inconciencia y la falta de respeto por la naturaleza, por ahora, está resultando difícil de corregir”, señala una de las voces ecologistas que se refirió al tema.
Dice que un recorrido por zonas boscosas tras las críticas jornadas del estallido de juegos pirotécnicos en algunas ciudades, en sus alrededores pudieron observarse nidos abandonados. También aves muertas por el estrés y el terror que todo ello les ocasionó a los animales. “Eso hasta donde se alcanza ver”, explican.
Advierten que una de las tareas ya en agenda figura exigir la prohibición descontrolado al uso de la pólvora. Ese propósito puede ir a la par de los enemigos de las corridas de toros.
De momento, documentado, se tiene noticia de una mascota muerta en Santa Marta. Sus dueños la hallaron muerta (infartada) debajo de una cama en donde se escondió para tratar de ocultar el terror que le produjo la pólvora. Las campañas, según indicaron, comenzarán “de forma inmediata”.
Estadísticas pueden subir
Para las autoridades, los números sobre lesionados por el uso de pólvora puede verse incrementado. Consideran que muchas personas, por el temor a las sanciones cuando se trata de menores de edad, prefieren ocultar los hechos.
Sin embargo, los organismos de salud tratan de establecer la realidad a fin de evitar daños graves con los afectados hacia el futuro. Las lesiones pueden infectarse y provocar la pérdida de miembros, incluso la vida, advierten los facultativos.
